"El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza." ARTURO JAURETCHE

sábado, 23 de mayo de 2009

PREPARTO



Por estas horas andaba yo hablándole a la panza, que es como decir que andaba hablando conmigo, que a esa altura era toda una panza. Era para decirle ya estás lista para empezar, chiquita, ya te están esperando los elefantes y las calesitas, el vientito litoral, los moños y los tambores. Ya hay que salir, hay toda una costanera con jacarandaes y lapachos que están esperando para florecerte, hay un río enorme para acunar tu llegada, hay miles de pájaros libres para canturrear tu despertar. Ya es hora, princesa. Quedarte en la panza no te va a hacer bien...
Era la noche del preparto, hace quince años. El calor correntino hacía incómoda la cama. La oxitocina se negaba a hacer su trabajo y la parturienta de la cama de al lado estaba en un solo grito, mientras yo esperaba unos dolores terribles que nunca fueron tanto. La panza se endurecía y se ablandaba, se endurecía y se ablandaba. Llegaban los amigos y había que avisar que no, que ibamos a esperar hasta la mañana.
La noche del preparto es la noche que suma todos los temores y todas las esperanzas. La noche en que se sella el pacto: somos dos contra el mundo, hiji. Nada ni nadie va a hacernos daño. Vos y yo vamos a andar. Como un bloque. Como una fortaleza medieval.
Es la noche donde una se pregunta si podrá con semejante tarea, si le va a dar el cuero, si encontrará la manera de ser una mamá tal que se sienta lo menos posible que no hay un papá, si va a poder darle una infancia feliz, todo lo feliz que se pueda. Y entonces decide que sí, que si no hay cuero lo inventamos, que vamos a coser pluma a pluma para que sus alas sean enormes, a desandar mil veces los caminos cuando sea necesario...
Entre aquella noche y ésta mediaron tantas noches, que ésta se comió la luna.
En esta luna de preparto ando hoy, a la espera de la mañana. Sin poder mirar a los ojos a mi prima que hizo la torta, y unas pastafrolas y acaba de irse a dormir después de terminar de arreglar las flores y mañana va a seguir, y mi niña va a tener una fiesta humilde, en un mediodía glorioso, gracias a mi prima que tiene un corazón que le explota y reparte, reparte.
A la espera de mañana, cuando lleguen los demás parientes, mi otra prima que hace semanas se está gastando las pestañas haciendo los souvenires, las tías y primas queridas, que guardaron mi infancia y la de mi hija, mi vieja, mis hermanos, mis sobrinos. Todos los que llegarán para festejar que mi niña ya tiene quince años. Y el viejo, que no va a venir porque siempre está...
Y yo no puedo dejar de pensar que hoy es otra noche de preparto. La noche en que debo entregarle las alas, con aquellas plumas cosidas a mano. La noche en que debo saber que el camino es su decisión, que siempre voy a estar para mimarle los pies si se cansa, o para alcanzarle la cantimplora y el saquito, pero el camino siempre es suyo. Mierda que jode. Porque una quisiera asegurarse de algún modo la tranquilidad de saber que no va a haber dolores, ni golpes, que su vida será siempre feliz y no, sabe que no, que serán necesarias esas cosas para que ella pueda seguir creciendo, y que es necesario ir apartándose para que ella pueda expandirse. Al cabo, para eso una trae los hijos al mundo. Para que un día se vayan. Y jode. Mierda que jode. Jode que se rompa el capullo.

"Los hijos hacen que uno deje de mirarse el ombligo" me dijo mi cumpa hoy, justo cuando yo estaba mirándome el ombligo, justo antes de decir Ya es hora, princesa. Quedarte en la panza no te va a hacer bien...

domingo, 17 de mayo de 2009

CUANDO LAS PALABRAS LLORAN

El cielo se encapota sobre las dos orillas. Las palabras se desordenan, se ofuscan, se pierden, no entienden. No hay, no hay palabras para la humedad en los ojos, en el pecho, en la garganta, en todo el cuero de los que nos vamos enterando. El palabrero que nos acompañó tanto tiempo deja sus sandalias, su máquina de escribir, su aire bonachón de tío que todos quisimos tener, y acá nos vamos quedando un poco más huérfanos, más desolados, con tanto por hacer y sin el palabrero.

Se va el combatiente de las palabras, el que nos regaló versos para todos, para cada momento. Versos para el amor, el desengaño, la bronca, la lucha, el exilio, la memoria, versos para putear y para prepotear a los dueños de todo. Versos rumiantes y rumiados. Versos exudados, absorbidos, reclamados. Versos para el desastre y para la alegría.

El tipo se va y no hay forma de llorarlo, aunque tampoco se pueda no llorarlo. Uno tiende a la puteada, a decirle "pedazo de desubicado, cómo carajo te vas a ir ahora, que te seguimos necesitando". Y ahí nomás las palabras se apelotan, se amierdan, se apiedran, se nos hacen un solo balurdo gigante que no puede explicar esta llovizna del alma, de Buenos Aires, de Montevideo.

En realidad habría que decirle "Andá tranquilo, nosotros elegimos no salvarnos, Compañero"


Pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono.

Mario Benedetti
1920 - 2009

viernes, 15 de mayo de 2009

LA RAYA


Es algo así como una raya imaginaria en medio de una calle. Están los que están de aquel lado, y estamos los que estamos de éste.

De aquel están todos los milicos asesinos, sus esposas y sus hijos si los defienden, los patrones de toda índole que caguen a sus obreros, casi todos los policías y casi cualquier cosa que lleve uniforme, hasta los boys scouts, pichones de tiranosaurio. Las señoras de barrio norte que pagan dos mangos a las empleadas, en negro, y las hacen comer en la cocina. Las hijas de puta que se metieron en la habitación de la nena de 12 años violada en Mendoza y le mostraron folletos con fotos de fetos muertos para que no aborte. Los patrones que se cogen a las hijas de las sirvientas. Los sojeros del orto que durante cuatro meses desabastecieron un país y tiraron leche a la vista de los hambreados. Los que pintaron el busto de Evita y el sorete ése que se atrevió a mencionarla y a decir que está muerta y disfrazada de Nacha. Están Grassi, Bergoglio, Mons. Plaza (el demonio lo tenga bien guardado y no lo largue), Vön Wernich y curas de esa calaña. Están Mariano, Santo, Lanata, Morales Solá, la Santillán, Van der Kooy, TNemmbaum, Bonelli y demás empleaduchos de multimedios y/o/u la patria agrogarquera. Tinelli, Susana, Gasalla, Peña, y unos cuantos más de esa estofa.


De este lado de la raya estamos gente a la que la injusticia le duele, en cualquier lugar del mundo donde se cometa, como decía el Che, que también está de este lado. Están las viejas y sus 30.000 hijos y sus nietos. Están el cura Mugica, las monjitas francesas, Angelleli, Helder Cámara y todos los que le dieron un poco de dignidad a esa mierda natural que es la iglesia católica, están mis cumpas del sindicato que se rompen el orto para que todos estemos un poco mejor, están los intelectuales de Carta Abierta que ponen su intelecto al servicio de un país un poco mejor, y encima me hacen pensar. Están las cartoneras que pasan por mi casa y me piden una ropita para sus hijos. Los que dan buena parte de su tiempo en los comedores comunitarios, las cooperativas, los emprendimientos populares. Están el Perro, Anguita, Claudio Díaz, Wainfeld, la Russo, Zaiat, la López Foresi, los blogueros que intentan romper el cerco de desinformación multimediático. Y tanta, tanta gente. Como decía don Atahualpa “tantos viejos amigos que todavía no conozco”.

De aquel lado de la raya quieren seguir manteniendo sus privilegios: ganancias siderales en sus empresas, sus campos o sus timbas financieras, colegios caros para sus pibes, mantener bien al gato para que no haga escándalo, un par de 4 x 4, la casa en el country, las vacaciones en Punta, la lipo para la doña, el spa, el club exclusivo, el golf o el polo. Ellos.

De este lado de la raya queremos el asadito los domingos, llegar a fin de mes, buenas escuelas públicas, gasas en todos los hospitales, llevar a la doña a cenar o al cine de vez en cuando, que la citruca no nos deje a pie, que la canilla no gotee, la casita en el barrio, un fin de semana largo en Santa Teresita, la peluquería una vez al mes, un masaje en los pies, el picadito con los amigos o la mateada y chusmerío con las amigas. Todos.

De aquel lado de la raya buscan silenciar al pobrerío, y en lo posible expatriarlo (de SU patria, claro) sálvo, como digo siempre , los negritos necesarios para limpiarles el palier o destaparles el inodoro. Buscan mano dura para los chorros, bala en lo posible, pena de muerte. Buscan una patria rubia, con el dólar como les convenga, atada a los designios de los países desarrollados, aunque sea como furgón de cola. No pagar retenciones ni impuestos, en lo posible. Juntar la plata para la jubilación en su cuentita propia. Hacer negocios con el Estado. Hacer negocios.

De este lado de la raya buscamos que no haya más pobres, que todos podamos vivir dignamente. Queremos una Patria Morocha y alegre, productiva e industrializada, con trabajo para todos, integrada a Latinoamérica, cultural y económicamente. Queremos que los pibes chorros tengan oportunidad de insertarse, con educación y con trabajo. Pagamos nuestros impuestos a conciencia porque sabemos que vuelven al pueblo en obras y que sostienen al Estado, que somos todos. Y la plata la ponemos para todos los jubilados, sabiendo que cuando seamos viejos los trabajadores la pondrán para nosotros.

Los aquel lado de la raya, el 28 van a votar a Macri, Carrió, De Narváez, Cobos (aunque no se presente), Felipe, Stolbizer, los secuaces de Me*em, Gil Saavedra, Prat Gay, Patti, Rico, Michetti, y demás impresentables.

Los de este lado de la raya, vamos a votar POR UN PROYECTO NACIONAL Y POPULAR, el que lleva adelante nuestra compañera Presidenta.

Y, como dice MP por ahí, les vamos a romper el culo.
He dicho.

jueves, 14 de mayo de 2009

TACOS ALTOS

Son unos lindos zapatos negros, clásicos, punta fina, unos tacos de unos seis centímetros. Parecen unos zapatos comunes. Tanto, que la empleada de la zapatería no entiende la compresión que tengo en el pecho. Qué va a entender, debe tener unos veinte años, debe vender zapatos casi cotidianamente, desde hace quién sabe cuánto. No sabe que esos son unos zapatos especiales, tan especiales como quien los va a calzar. No sabe que pasaron cuadras y zapaterías hasta dar con esos. Revuelve cajas como quien busca medias de algodón para dormir. Éstos no, son muy anchos de horma. Éstos tampoco, el taco es muy alto, o muy fino, o demasiado bajo. ¿No tenés estos mismos en negro?

Sí, acá están, dimos con los zapatos adecuados. Hay una mirada con brillo que así lo indica y unos nervios y un tambaleo al subirse. Las patitas flacas dudan: talón, punta, talón, punta. El mundo parece otra cosa desde ahí arriba, ya sin la seguridad de las zapatillas.

Sobre unos tacos altos pasan dos cosas: por un lado, el cuerpo se acomoda, se endereza, el pecho se adelanta y el culo se para, y hay una sensación de dominio de todo lo que queda debajo de la línea de los ojos. Y lo que queda arriba está más cerca, así que es más alcanzable y menos intimidante. Por el otro, el cuerpo se toma su tiempo para acomodarse y, mientras tanto, el mundo es una batidora eléctrica.

Pero ahí están los zapatos, y el tambaleo, y la emoción que nunca había sentido, mitad alegría, mitad angustia. Afuera la gente termina de almorzar, los candidatos de la oposición seguirán hablando pelotudeces, el dólar sube, o baja, el ministro de Interior se estresó, alguien estará sufriendo una injusticia. No me importa nada. Yo estoy ahí, con unos zapatos, y un tambaleo, y unas patitas flacas, y una mirada, y una emoción. Algo que empieza y algo que termina. Alguien que llega y alguien que se va.

Hoy mi hija se compró sus primeros zapatos de taco alto y todo lo demás se puede ir por un rato a la puta que lo parió.

viernes, 8 de mayo de 2009

¿SERÁN LAS INTERFERENCIAS?


Anoche, como es costumbre, me senté a ver "En síntesis", el "informativo" en el que los empleados de Canal 13 dicen que nos cuentan las noticias más importantes del día. Pasaron el primer caso de gripe chancha (que ya fue dado de alta, pero qué importa), Fito en Londres, algo de deportes que ni bola le dí, y la mar en coche
Yo me había sentado a ver qué decían específicamente de la marcha de DÉlía. Ya había visto que en TN hicieron hincapié en el "caos de tránsito" (muchachos... ¿no es hora de empezar a ser un poquitín originales?) y en la supuesta "presión" del gordo al Gobierno Nacional. Imaginé, ilusa de mí, que al menos iban a pasar eso. Pero no. En síntesis, la marcha de 60000 morochos sobre Buenos Aires, NO EXISTIÓ.
Apenas, en un compilado sobre la cuestión de las listas, pasaron 15 segundos del discurso del gordo. Con notoria mala leche, además, porque dijeron que D'Elía dijo que "no quería blancos en las listas", cuando el gordo sostuvo que "no quería listas blancas", LO CUAL ES MUY OTRA COSA.
En síntesis, estos muchachos de En síntesis, son unos jodidos mala leche. Salvo que todo haya sido culpa de la budinera. He dicho

jueves, 7 de mayo de 2009

¡¡¡VAAAAMO LOS FEOS!!!


Feos. Gordos de fideos. Morochos, bien morochos. Con zapatillas y vaqueros gastados. Con camisas sin marca. Con sus mujeres tetonas sin siliconas. Desclasados. Invisibles. Los feos vienen caminando desde Liniers, barrio feo también. Toman la ciudad como tomaron la casa. Se hacen visibles, aún para los que no quieren verlos. Sesenta mil feos vienen a decir que quieren un feo en la lista. Qué joder


El gordo tira toda la carne al asador y nosotros estamos ahí, aportando el chimichurri. El tipo manifiesta el apoyo irrestricto al gobierno, aunque no le den lugar en las listas. Los feos aplauden, del mismo modo que silban los nombres que hay que silbar: Macri, Grondona, Biolcatti. La sabiduría del pobre que tiene bien claro quiénes son los enemigos de la Patria. El gordo dice que hay que asegurarle la mayoría parlamentaria a Néstor y a Cristina. El gordo dice lo que queremos decir todos. Que somos nosotros, o son ellos. Que es la Patria o la colonia. Y primero la Patria, lo demás no importa, dice. Lo que viene a significar que quiere el morocho en la lista y ahí hay sesenta mil feos para pedirlo, pero que si no está, no importa, igual los sesenta mil feos van a seguir estando.
Veinticuatro horas después del puterío panradical que dio vergüencita ajena, un gordo fiero que exige pero sigue apoyando es un ejemplo. Muestra cuán lejos estamos del chillerío de cotorras en que se ha transformado la colisión cínica y todo lo que la circunda.
Las señoronas lindas de Barrio norte acomodarán su pelo planchado para verlos en el noticiero de la noche. No sabrán si horrorizarse más por ellos o porque ya hay un caso de gripe chancha en el país. Clarinete sorete hará hincapié en la "presión". Y yo me voy a ir a dormir tranquila sabiendo que una vez más estuve donde debía estar. Con los feos.


ESA MUJER


Esa mujer hacía justicia. A su modo, reparando con una máquina de coser, una muñeca, un trabajo, una silla de ruedas, las heridas de los pobres de la Patria que habían sido humillados desde los fondos de la Historia y comenzaban a hallar la dignidad de la mano de un Coronel que ella había elegido como norte.
Hizo lo que le dictaba su corazón, sólo que su corazón estaba con los humildes, con los despojados, los soterrados, la clase permanentemente postergada. Su corazón estaba preñado de Patria, bien lejos de los intereses de una oligarquía explotadora que combatió sin descanso.
A su corazón sumó la profunda convicción ideológica, la razón valerosa, la férrea voluntad de llevar hasta el final la transformación que, desde y para la clase trabajadora que empezaba a ser protagonista de su destino, se derramaba generosa hacia el mundo.
No creo que haya habido mujer más amada y odiada. Amada por sus grasitas, amada por nosotros hoy, amada por nuestros hijos mañana. Odiada por los cipayos, los vendepatrias, las damas de beneficencia.

Aquella Evita, que aún hoy permanece en la memoria popular, tiene su mejor homenaje en el recuerdo de los sencillos altares hogareños, y en la lucha inclaudicable de todos los que trabajamos para hacer una Patria Justa, libre y soberana.

miércoles, 6 de mayo de 2009

YO TE AVISÉ



... Y vos no me escuchaste. Te lo dije, gorda, por experiencia propia, porque acá ya lo vivimos, lo padecimos, y todo el país sufre todavía las consecuencias.

Te lo dije, el tipo es un traidor. Detrás de esa cara de pánfilo consuetudinario se aloja una lacra infame que no tiene código alguno, que usa a sus hijas para asestar puñaladas traperas y sonríe para la foto en pleno velorio.

Ahora te la bancás. El tipo te retiró todos los candidatos de la provincia. Jodete, que querés que te diga. Si te comiste el cuento del patriota, jodete. te vendieron salchichón por caviar, gorda. Morfátela doblada o confesale a Bergoglio que lo querés matar. Tragate toda la bilis porque te lo buscaste solita, estúpida. Ya estaba demostrado que el tipo era un traidor. Ni siquera tenés la excusa de la ignorancia o la ingenuidad. Sos una gorda pelotuda.

Nosotros, libres ya de la lacra, nos vamos a sentar en la vereda a verlos pasar.... Leru leruuuuu

martes, 5 de mayo de 2009

HACERSE CARGO


Macri es el hombre que buena parte la sociedad porteña colocó en el sitial en el que está. Resulta imprescindible hacerse cargo de eso. La ciudadanía eligió a un empresario bien parecido, de buena cuna, con amigos poderosos, y casi sin pasado político, salvo dos años como diputado en los que ni siquiera asistió a las sesiones.
Cabe preguntarse –sospechando que la respuesta no será agradable- cuánta responsabilidad cabe a los representantes políticos de un pensamiento más inclusivo y justiciero, sobre este avance furibundo de la derecha en una ciudad que siempre se jactó de cierta tendencia progresista. Cuál es el territorio que no se supo defender. Cuál es la construcción que no se terminó de desarrollar. Tal vez reconociendo los extravíos estratégicos consumados pueda empezar a avanzarse en una dirección más acorde con las exigencias de la hora.
Pero lo que se define en las próximas semanas es la continuidad o el desbaratamiento de un proyecto político excluyente, injusto, perverso y desintegrador, que da sobradas muestras de desdeñar la esencia misma de la política en tanto herramienta para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y las ciudadanas y desterrar las desigualdades. Si esta ciudad sigue soportando dos años más a un gobierno que la diseña impunemente como una empresa familiar. Cómo hace este pueblo para evitar la destrucción sistemática de todos los espacios de superación colectiva que fue conquistando a lo largo de su historia.
Y la respuesta surge de la misma realidad preelectoral: lo que hay que lograr es restarle sostén legislativo, de modo que el poder ejecutivo sea efectivamente controlado en su accionar y su proyecto truncado, con vistas a reinstaurar un programa que contemple el paulatino y continuo recorrido hacia una ciudad para todos/as.
Lo positivo es que –a fuerza de yerros, ineficacia, desidia y represión- el gobierno porteño va desgastando el potencial de respaldo ciudadano que evidentemente tuvo en sus albores. Pero resulta ser una irresponsabilidad política el hecho de que el Campo Popular no halle el modo de unificarse en una expresión superadora. Falta la mirada estratégica que desarticule el modelo liberal y encause el descontento generalizado con la gestión actual, de modo que no termine perdiéndose en su propia dispersión, dándole un marco ideológico que confiera entidad a las respuestas espasmódicas con que la sociedad se manifiesta como reacción primaria ante determinadas disposiciones.
Un profundo cambio en las estructuras del pensamiento social, instituido desde una práctica política coherente y despojada de ambiciones sectoriales o personales, es la alternativa que el Campo Popular debe ofrecer a la ciudadanía. Seguramente, cuando recuperemos la noción de Pueblo se tronchará el propósito de transformar a Buenos Aires en una ciudad – country como fantasea la tilinguería y haremos una ciudad justa, igualitaria, solidaria, e inclusiva.

domingo, 3 de mayo de 2009

CHEEEE...VAYAN A LEER A ESTE PIBE!!!!

¡Casi me caigo de culo! Me dieron ganas de levantarme de la silla del fáquin locutorio y empezar a abrazar y besar a todo el mundo, agarrarlos así de los brazos y decirles "¡¡¡Miren, hay algo más que Cumbio entre el pendejerío!!! ¡¡¡¿Quién mierda dijo que la juventud está perdida?!!!"

Resulta que el imberbe apareció por mi blog y me puso "con el fusil en la mano y Evita en el corazón" y nada, clickée ahí a ver quien era, esperando encontrarme otro cumpa, cuarenta y pico para arriba, un nostálgico irredento como yo que de pronto encuentra que la cuestión ya no pasa por la nostalgia sino por las cosas que podemos hacer realidad.. ¿Y qué me encuentro? Un flequilludo que bien podría ser el noviecito de mi hija (¡Chan! Ahora que lo pienso me está gustando para yernito) que dice que vio La hora de los hornos, La batalla de Argelia, Ciudad de Dios, y un montón más (algunas que ni yo ví), que escucha a Molotov, los Sex, Miles Davis, Path Metheny, Jaime Ross, Santa Revuelta y ¡Bombita Rodríguez! ; que se leyó a Omar Cabezas, a Cooke, Galasso, a Homero y Hernández Arregui. Me dio vergüenza. Yo creo que a los 16 años apenas había pasado por Jack London, García Lorca y Emilio Salgari, y recién andaba descubriendo a Jauretche, José María Rosa y Marechal.

Bueno. Resulta que este pendejo vago, malentretenido y atorrante como todos nosotros, no se conforma con haber leído, también escribe, el muy sotreta. Tiene un blog: LEFTRARU en donde ahicito nomás pa empezar ya se despacha hablando de Marx y Lenin desde una cosmovisión latinoamericana, y sigue hablando de su centro de estudiantes y de los deberes del militante (chupate esa mandarina: die-ci-seis años tiene el zanganito), y se mete con Clarín, Pérsico y Obama. Todo así, muy suelto de cuerpo, desde el desparpajo de sus 16 años, con todo y su flequillo.

No sé ustedes. Yo, cuando ví eso, sentí como un gran alivio. Sé que cuando me muera, va a seguir el pendejo éste haciendo quilombo, como corresponde. He dicho

viernes, 1 de mayo de 2009

El último 1º de Mayo con ella


Estaba por postear esto cuando ví que ya lo hizo Maricé, pero me dije bueno, nunca está de más. Todos conocemos este discurso, todos tenemos esas imágenes en el alma. Y todos sabemos que están más vigentes que nunca....






Mis queridos descamisados:


Otra vez estamos aquí reunidos los trabajadores y las mujeres del pueblo; otra vez estamos los descamisados en esta plaza histórica del 17 de octubre de 1945 para dar la respuesta al líder del pueblo, que esta mañana, al concluir su mensaje dijo: "Quienes quieran oír, que oigan, quienes quieran seguir, que sigan". Aquí está la respuesta mi general.

Es el pueblo trabajador, es el pueblo humilde de la patria, que aquí y en todo el país está de pie y lo seguirá a Perón, el líder del pueblo, el líder de la humanidad, porque ha levantado la bandera de redención y de justicia de las masas trabajadoras; lo seguirá contra la opresión de los traidores de adentro y de afuera, que en la oscuridad de la noche quieren dejar el veneno de sus víboras en el alma y en el cuerpo de Perón, que es el alma y el cuerpo de la patria.

Pero no lo conseguirán como no han conseguido jamás la envidia de los sapos acallar el canto de los ruiseñores, ni las víboras detener el vuelo de los cóndores. No lo conseguirán, porque aquí estamos los hombres y las mujeres del pueblo, mi general, para custodiar vuestros sueños y para vigilar vuestra vida, porque es la vida de la patria, porque es la vida de las futuras generaciones, que no nos perdonarían jamás que no hubiéramos cuidado a un hombre de los quilates del general Perón, que acunó los sueños de todos los argentinos, en especial del pueblo trabajador.Yo le pido a Dios que no permita a esos insectos levantar la mano contra Perón, porque ¡guay de ese día! Ese día, mi general, yo saldré con el pueblo trabajador, yo saldré con las mujeres del pueblo, yo saldré con los descamisados de la patria, para no dejar en pie ningún ladrillo que no sea peronista.

Porque nosotros no nos vamos a dejar aplastar jamás por la bota oligárquica y traidora de los vendepatrias que han explotado a la clase trabajadora, porque nosotros no nos vamos a dejar explotar jamás por los que, vendidos por cuatro monedas, sirven a sus amos de las metrópolis extranjeras; entregan al pueblo de su patria con la misma tranquilidad con que han vendido el país y sus conciencias; porque nosotros vamos a cuidar de Perón más que si fuera nuestra vida, porque nosotros cuidamos una causa que es la causa de la patria, es la causa del pueblo, es la causa de los ideales que hemos tenido en nuestros corazones durante tantos años.

Hoy, gracias a Perón, estamos de pie virilmente. Los hombres se sienten más hombres, las mujeres nos sentimos más dignas, porque dentro de la debilidad de algunos y de la fortaleza de otros está el espíritu y el corazón de los argentinos para servir de escudo en defensa de la vida de Perón. Yo, después de un largo tiempo que no tomo contacto con el pueblo como hoy, quiero decir estas cosas a mis descamisados, a los humildes que llevo tan dentro de mi corazón que en las horas felices, en las horas de dolor y en las horas inciertas siempre levanté la vista a ellos, porque ellos son puros y por ser puros ven con los ojos del alma y saben apreciar las cosas extraordinarias como el general Perón. Yo quiero hablar hoy, a pesar de que el general me pide que sea breve, porque quiero que mi pueblo sepa que estamos dispuestos a morir por Perón y que sepan los traidores que ya no vendremos aquí a decirle "presente" a Perón, como el 28 de septiembre, sino que iremos a hacer justicia por nuestras propias manos.Hay mucho dolor que mitigar; hay que restañar muchas heridas, porque todavía hay muchos enfermos y muchos que sufren. Lo necesitamos, mi general, como el aire, como el sol, como la vida misma. Lo necesitamos por nuestros hijos y por el país en estos momentos inciertos de la humanidad en que los hombres se debaten entre dos imperialismos; el de derecha y el de izquierda, que nos llevan hacia la muerte y la destrucción. Y nosotros, un puñado de argentinos, luchamos junto con Perón por una humanidad feliz dentro de la justicia, dentro de la dignificación de ese pueblo, porque en eso reside la grandeza de Perón. No hay grandeza de la Patria a base del dolor del pueblo, sino a base de la felicidad del pueblo trabajador.Compañeras, compañeros: Otra vez estoy en la lucha, otra vez estoy con ustedes, como ayer, como hoy y como mañana. Estoy con ustedes para ser un arco iris de amor entre el pueblo y Perón; estoy con ustedes para ser ese puente de amor y de felicidad que siempre he tratado de ser entre ustedes y el líder de los trabajadores.Estoy otra vez con ustedes, como amiga y como hermana y he de trabajar noche y día por hacer felices a los descamisados, porque sé que cumplo así con la Patria y con Perón. He de estar noche y día trabajando por mitigar dolores y restañar heridas, porque sé que cumplo con esta legión de argentinos que está labrando una página brillante en la historia de la Patria. Y así como este 1º de mayo glorioso, mi general, quisiéramos venir muchos y muchos años y, dentro de muchos siglos, que vengan las futuras generaciones para decirle en el bronce de su vida o en la vida de su bronce, que estamos presentes, mi general, con usted.Antes de terminar, compañeros, quiero darles un mensaje: que estén alertas. El enemigo acecha. No perdona jamás que un argentino, que un hombre de bien, el general Perón, esté trabajando por el bienestar de su pueblo y por la grandeza de la Patria. Los vendepatrias de dentro, que se venden por cuatro monedas, están también en acecho para dar el golpe en cualquier momento. Pero nosotros somos el pueblo y yo sé que estando el pueblo alerta somos invencibles porque somos la patria misma.
Evita

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