"El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza." ARTURO JAURETCHE

miércoles, 29 de diciembre de 2010

DICIEMBRE



Ya casi está pasando el revoltijo de estógamo que dejó la navidad y que en realidad venía desde principios de diciembre. Pero ya se viene el Año Nuevo y hay que comer porquerías otra vez. Por suerte Riqui pospuso el festejo de su cumpleaños (que es hoy), así que esta noche puedo darle a la lechuguita. Veremos en enero cómo mierda me saco de encima ese kilo y pico de turrón y pan dulce que me jodió esa curvita que le gusta tanto a mi hombre, no es cuestión de tirar por la borda el laburo de un año completo ahora que masomeno estoy como siempre fui.


Diciembre siempre es una mierda, básicamente. A los descalabros que uno se manda con tanto brindis este año se sumaron la calor y los descajetes que quisieron mandarse otros y salimos a desarticular, despaciosamente, prudentemente, peronistamente. Soldati, Lugano, Quilmes, Constitución, demasiadas cosas como para pensar en casualidades. Rara combinación, la de la calor y los descajetes, que en el 2001 dio como resultado un incendio pero este año no prendió la chispa, aunque salieron a la luz los trapitos más sucios de la argentinidad tilinga. Conversaba con mi hombre la tarde del quilombo en Constitución. La tele seguía mostrando un infierno de lúmpenes arrancando persianas. Por esas cosas de los colectivos, terminamos en medio del quilombo cuando yo le decía que seguramente no era tan así como decía TN. Lo que vimos desde arriba del bondi fue una multitud hastiada, acalorada pero tranquila, buscando la manera de volver a sus casas.

No hay que ser muy avispado para darse cuenta de por qué no prendió, no prende, la chispa. En aquel diciembre la gente no podía sacar su escasa platita del banco. En este diciembre, he visto muchas personas comprando regalos en perfumerías de esas que sólo venden perfumes caros, y en vinerías, y vamos, que un vino barato uno lo compra en el chino, si se va a una vinería está por pagar más de un cien. Y faltaban billetes sí. Al menos eso dicen, a mí no me costó mucho sacar plata de un cajero.

En aquel diciembre, había millones de abuelos que no hacían tres horas de cola en los bancos, sencillamente porque no tenían jubilación. En este diciembre, los medios pretendieron hacer un quilombo de órdago porque los abuelos tuvieron que esperar unos días para cobrar, por no sé qué historia en el Banco Nación. Finalmente los abuelos cobraron la jubilación que antes no tenían, el aguinaldo y los 500 pesos.

En aquel diciembre, en mi casa hubo un pollo y ensalada rusa, poca mayonesa. En este diciembre, la pierna de cordero me salió bárbara.

En aquel diciembre, un montón de madres (entre las que me cuento) no pudieron comprarle un regalito a sus hijos. En este diciembre tienen la AUH. O el salario familiar en el recibo de sueldo.

En aquel diciembre, los desocupados eran casi la cuarta parte de la población. Hoy son algo más del 7 % , y no vamos a parar hasta el pleno empleo.
En aquel diciembre, mucha gente se prendía en el club del trueque. En este diciembre tienen auto nuevo.

En aquel diciembre, la política era mala palabra, la militancia no existía, los pendejos estaban en cualquiera, la banelco era una realidad y no el delirio de una gorda desesperada, la desesperanza se apoderaba de nosotros apenas abríamos los ojos y teníamos un gobierno desastroso cuya cabeza era un pusilánime que empezó con dos muertos y terminó con más de treinta, para salir huyendo como rata por helicóptero.

En este diciembre, se habla de política en todas las casas, gracias a un flaco impresentable de saco desabrochado y bic negra que no dejó sus convicciones en la puerta de la rosada, la militancia floreció y continúa floreciendo, miles de pendejos acceden mejor al conocimiento porque no abandonan tanto sus estudios y eso también se premia con la net (a quien desconfíe - que los hay-, mi hija, que va a una escuela pública, ya tiene la suya), la esperanza es lo que millones de argentinos tenemos como algo cotidiano y por suerte tenemos un gobierno nacional y popular encabezado por una mujer que en su hora más dolorosa se calzó mejor las polleras y siguió gobernando, sin reprimir, aún en este diciembre en que algunos quisieron prender fuego el país, demostrando -ella- que el diálogo y la política son más eficientes que los palos.

Demasiadas son las diferencias. En aquel diciembre yo dejaba plantado a un gorila y en este diciembre florezco junto a un compañero.

Los días más felices fueron, son y serán peronistas.

He dicho.





7 comentarios:

  1. Hermoso cumpa, y verdadero encima. Gracias y felicitaciones. Buen año pa todos! Capaz te lo robo para mi blog.

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  2. Como no, cumpa, robe nomá lo que quiera. Feliz año con Cristina!!!

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  3. Mirá Tani. En aquel diciembre cumplió quince años mi hija. Mejor ni te cuento, no me quiero ni acordar...
    Hoy, esa hija es una hiper-kichnerista, igual que su pareja...

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  6. Siento como vos, quizas porque vivo la pólitica desde las emociones... te recomiendo un notita de pag 12: ¨Apoyo a la presidenta¨, sobre una carta dirigida a Cristina de los vecinos de Villa 31.
    Este año reventemos las urnas!Fernanda

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  7. Lo mejor de todo fue lo de "en aquel diciembre dejaba plantado a un gorila...en este florezco junto a un compañero"....VVAAAAMMMMMMOOOOOSSSS CARAJO!!!

    (te leo tarde por eso vas a ver comentarios a destiempo ja...)

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LO LAMENTO DE VERDAD. OTRA VEZ HAY MODERACIÓN DE COMENTARIOS PORQUE HAY CAGONES QUE CONFUNDEN LIBERTÁ CON LIBERTINAJE. HE DICHO

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