"El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza." ARTURO JAURETCHE

domingo, 8 de enero de 2012

martes, 3 de enero de 2012

LA ANSIEDAD Y EL AGUANTE

Una quedó medio grogui en ese maldito momento. La palabra, esa puta palabra mordió el estómago. Una no se anima a decirla, y menos a asociarla con ella. Pero la puta palabra existe, es y está. Y es la desolación, el aturdimiento, lo inentendible, lo obsceno, es un "¿qué más?".

Después del bombazo, una empezó a rezarle al Gauchito, que nunca escamotea la ayuda. Como una primera reacción, se aferra al pensamiento mágico, la fe, o como corcho quieran llamarle. Y encuentra un primer refugio, en el sentimiento compartido por tantos, en la estampita querida que una la regaló y sospecha que ella guarda.

Más tarde vino la admiración. ¿Cómo hace esta mina? ¿Cómo mierda hace para bancar todo de pie, sin retroceder un tranco de pollo, como dice ella, sin aflojar ni bajo el agua? ¿Cómo hace, si una, apenas tiene cualquier mierdita rara que le sale en el cuerpo, desde una verruguita hasta un ganglio inflamado, ya se caga de miedo? ¿Cómo hace para desdramatizar una situación que es dramática por el sólo hecho de involucrar esa palabra que no quiero nombrar? ¿Cómo hace para sonreír, bromear, gastar a su vice, firmar un papel?

Enseguida sobrevino el asco, cuando -féisbuc mediante- una empezó a ver como revoloteaba el buitreraje, cómo los cerdos de siempre festejaban, se reían, se mofaban. Capaz que están esperando una muerte como el último recurso para lograr lo que no logran con los votos, con las tapas de clarín, con agrogolpes. Si eso esperan, que se busquen un banquito.

Hoy está definitivamente la ansiedad, acompañadita por el aguante. Allá están los compañeros que necesitaron amucharse, abanderarse, esperarla y mostrarle el amor del Pueblo, para que sepa lo que ya sabe, que no está sola en su soledad. Acá estamos los que -en ocasiones- necesitamos el silencio, el retraimiento, una estampita, el puto noticiero. Todos, todos, con la ansiedad de escuchar el parte médico que diga que todo salió bien, que ya pasó, porque por más que nos hagamos los machos hay como un miedito innombrable. Todos, todos, haciendo el aguante, como podemos, cargando con nuestros temores, con nuestras historias, porque a todos nos ha tocado de cerca alguna vez, un familiar, un amigo, alguien muy muy querido. Y ella no es ni un familiar ni una amiga, es una presidenta y es -vaya cosa rara- una presidenta muy muy querida.

La ciencia hará su parte. Ella estará sola allí, frente al bisturí. Tan sola como esa mañana frente al espejo, tan sola como en esa foto junto al ataúd, tan sola como cada noche cuando se mete en la cama. Pero a la vez tan acompañada. Como esa mañana frente al espejo, como en esa foto junto al ataúd. Acompañada por Néstor y por el amor de todos nosotros, que vamos a estar con los huevos en la garganta hasta que ella nos sonría otra vez.

Y ella nos va a sonreir, claro.

He dicho

ESTE BLOG ESTA ORGULLOSO DE SER PARTE DE LA MIERDA OFICIALISTA