"El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza." ARTURO JAURETCHE

jueves, 30 de abril de 2009

LAS VIEJAS

Así les decimos los que las queremos, porque uno a la vieja le dice eso, vieja. Bueno, también les dicen así los que no las quieren, pero suena distinto. A ellas, creo que a veces les gusta y otras veces no. A alguna que otra le da por la coquetería y te dice “pero no somos viejas, che”, y si te dicen eso clavándose una porción de muzza con fainá después de una reunión agotadora, no te queda otra que creerle.
Siempre me pregunté cómo hicieron, cómo dejaron el bordado y los fideos del domingo y se le plantaron a los milicos sin más armas que sus pies rondando una plaza, cómo fueron capaces de salirse del drama privado, íntimo, particular, para ser la expresión de una tragedia colectiva. Cómo trocaron uno en treinta mil. De dónde sacaron la fibra, si casi todas eran sencillas amas de casa dedicadas al marido y a los hijos, nada que ver con la política, más que aguantar a los pibes que iban y venían de reuniones y esperarlos con unas milanesas.
Cómo es el derrotero, del planchado del delantal de la nena a esa súplica de voz quebrada frente a una cámara “no sabemos si tienen frío”, “por favor, ayúdennos, ayúdennos”. No sabemos si tienen frío, decían. Madres, al fin. Madres privadas del acto más tierno que tiene una madre hacia su hijo: arroparlo.
Constantemente viene esa imagen a mi cabeza: el pedido desesperado de una mamá. Y al mismo tiempo el chacal argento que dice que los desaparecidos “no tienen entidad, no están”. Siniestro contraste.


Cuando elegí ser locutora lo hice en el afán de ser garganta de quienes no tienen la posibilidad de decir. Y allí estuvieron las viejas para ser mis madrinas, sellando el compromiso con un diploma y un pañuelo blanco. Es el honor más grande que me ha dado este oficio, el que nunca voy a poder explicar. Por eso cuando grito en el micrófono, cada 24 de marzo, siento miles de voces que pasan por mi voz. Y cuando ellas suben, y me acarician, sé que escogí el camino que era para mí.



Hace treinta y dos años, las viejas se fueron a la plaza. Sospecho que llegaron con cierta fe poética, como esperando que la Libertad, desde lo alto de la pirámide, les diera las respuestas: dónde están, cuándo vuelven… para recuperar la espera con milanesas.
Y no. No hubo respuestas. Pero había otras mujeres, otros hijos arrancados. Y meses más tarde hubo un cana, que estúpidamente les ordenó “circulen”, sin saber que estaba dando inicio a algo que jamás se detendría



Hoy las viejas cumplen treinta y dos años de ronda tenaz. Jamás pidieron venganza, jamás revancha, jamás paredón. Hoy cumplen treinta y dos años de habernos parido a todos, de enseñarnos a no olvidar, a no perdonar, a no reconciliarnos. Siempre estuvieron donde debían estar: en la plaza o en el mundo, diciéndole a los pueblos lo que pasaba, y haciendo del pañuelo blanco, el más profundo símbolo de la lucha y la dignidad.

Están más viejitas las viejas. Caminan despacio, están como más petisitas, ya no se bancan muchas horas paradas, algunas ya no están. Les duelen las articulaciones y hablan bajito, pero se pintan discretamente los labios. Una podría escucharlas por horas, tiñendo el aire de recuerdos. Una les intuye cierto cansancio y cree que un día van a detenerse, aunque sea un rato. Pero siguen, las viejas, siguen.
Como para mostrarnos que vivir es el deber de no claudicar.

martes, 28 de abril de 2009

INSTRUCCIONES PARA CONDUCIR UN LUNA


Empezás la noche anterior. Tratás de ir a dormir temprano. Digo tratás porque puede pasarte, viste, que a alguien se le dé por darte una discusión por mensajitos de texto que vuelve a sumirte en una cierta tristeza en la que andás por estos días. Y no lográs entender cuando el otro quiere quedarse con la última palabra y zafar de todo, sin considerar que al día siguiente tenés que ponerte sobre los hombros un Luna, nada menos, y que es un poco difícil hacer un Luna cuando una anda medio triste. Cuando por fin lográs terminar, te fumás el último pucho y borrás los mensajitos, que no quede huella, te das vuelta para el lado de la ventana y cerrás los ojos, que mañana va a ser otro día.

Y mañana siempre llega, salvo que no te despiertes. Pero lo hacés. Te levantás, te tomás unos mates, buscás el trajecito negro, la remerita nueva, los zapatos. Preparás el bolsito de maquillaje, el cepillo, los anteojos. Te das una ducha bien caliente, te vestís y salís. Te vas a la peluquería, porque a los muchachos, suponés, les gusta verte linda, o al menos arregladita. El boliviano de la peluquería te habla pestes de Evo pero vos no le das bola porque hoy no querés discutir. Menos con el peluquero que tiene que dejarte más o menos hecha una dama. Después de la planchita te vas y te comprás un par de aros, un collarcito discreto, almorzás livianito y te vas para el Luna.

Te parás en la puerta y le decís al mono de la entrada “Soy la locutora, dejame pasar”. Y el mono te deja entrar y le dice al otro mono que te hubiera dejado igual aunque no fueras nada, y entonces vos sabés que el peluquero cumplió con su cometido, o será el perfume que te pusiste, que los muchachos no van a oler pero a vos te levanta, o será que hoy te pensás llevar el mundo por delante.

Adentro sabés que te espera el quilombo, cincuenta tipos corriendo de un lado para otro. El Luna está vacío y vos buscás un camarín. Respirás hondo y empezás a maquillarte despacio. Y mucho, como cuando hacías teatro, porque las luces de escenario comen el maquillaje y los muchachos tienen que verte. Cuando estás lista vas a reconocer el territorio del cual te vas a apoderar. Porque sabés, sabés, que el escenario es hoy tu trinchera y el micrófono tu arma. Lo caminás, lo querés, le conocés cada vericueto.

Ya está. Ahora vas a arreglar boludeces con el tipo que te pusieron a co-conducir. Le indicás cómo empezar, por dónde salir, y te encomendás a los dioses, porque tiene pinta de nabo.
Empiezan a entrar los muchachos con bombo y bandera. Y a vos te empiezan a temblar las patas y toda la seguridad que tenías con el mono de la entrada se te va a la mierda. Y volvés a repetirte que el día que no te tiemblen las patas te vas a dedicar al ikebana.
Ahí te dan la orden. Largamos. ¡Chan!

Entonces tomás aire, te colocás detrás del telón y espiás. Los ves. A los muchachos, con sus bombos y sus sudores, y sus mujeres, y sus pancartas. Y los amás.
Vuelta a tomar aire, abrís el telón y caminás, despacio, adueñándote de cada centímetro de trinchera. Y llegás al atril, y los mirás, y te dejás amar. Porque en el fondo es eso. Los muchachos quieren amarte y vos los dejás. Alguien te va a decir después que despertás pasiones, ya te lo dijeron. Y pensar que esas pasiones son así, siempre lejanas, porque capaz que ellos te imaginan inalcanzable, como una diosa o al menos como una diva del subdesarrollo, pero para ellos sos inalcanzable. Una mina potente que no debe necesitar de nada ni de nadie. Y a vos te gustaría por un momento explicarles que soñás con un negro peronista que el domingo a la tarde de agarre así del culo y te diga “negra, ¿tomamos unos mates?” Pero no. Ese es el pacto. Vos estás ahí para decir lo que ellos quieren decir. O lo que quieren escuchar, que no es que en el fondo también sos frágil. No.

Y vos te entregás. Y los saludás. Y ellos hacen retumbar sus bombos. Y llamás al pinta de nabo y sospechás que los dioses no te dan mucha bola últimamente. Gritás las provincias, leés adhesiones, les pedís silencio para escuchar a los artistas, les decís que cierren las banderas que los de atrás quieren ver. Y los tipos te hacen caso, che. Al menos la mayoría, nunca falta un rebelde sin causa, como esos de la tribuna norte que están meta chingui chingui y les importa una mierda todo.

Cantan los artistas. El pinta de nabo los presenta como si estuviera en un canal de cable berreta. Después el himno… ¡la versión de Charly! ¡¿A quién carajo se le ocurrió poner esa versión que no puede cantar nadie?! En fin… Después el video y el minuto de aplauso a los caídos. Y empiezan los discursos. Y el infarto tan cerquita… Porque te cambian mil veces la lista de oradores. Porque cinco tipos te dan órdenes y contraórdenes simultáneamente. Y alguien tira la bomba: “en veinte minutos llega Néstor” ¡Aaaaaaacabáramos! Un sobre con ántrax no causaría el mismo efecto. Viene Dios.


Los monos de Dios, que ya estaban en el escenario, cobran vida. Y empiezan a darte órdenes. A vos y al pinta de nabo que por un momento cree, pobre, que él va a anunciar la llegada de Néstor. Que ya está ahí, parece. Tenés que anunciarlo. Tenés que decir lo que los muchachos más quieren oirte. Y vas, exultante, y les gritás que preparen los bombos y las gargantas porque llegó el compañero Néstor. Y los muchachos explotan. Y empiezan a corear, mientras en el escenario alguien te dice que no y todos los demás se dan vuelta hacia el lugar por donde va a entrar Dios. Ahí caés en la relatividad del tiempo. Los segundos más largos del día. No sabés cuántos son, parecen interminables esos segundos en los que Néstor no aparece y vos vas pensando cómo mierda hacés para decirle a los muchachos que no, que no está, que mientras seguimos esperando va a hablar Depetri, o va a cantar Copani, o les vas a pasar una receta de cocina.


Pero ahí entra Néstor y el alma te vuelve al cuerpo. Canta Copan, habla Depetri. Cierra Néstor y lo tenés que anunciar. ¿Y qué carajo decís? Entonces un rayo catódico te alumbra la neurona y gritás la frase que sale en Clarín: “Habla el artífice de la recuperación de la Patria…. ¡¡¡compañero NestorrrrrrrKiiiirrrrchneeeerrrr!!! Lo decís convencida y abajo lo escuchan convencidos. Ya está. Te podés morir si querés, mientras los muchachos explotan y los de la tribuna norte empiezan a irse, carajo, ¿para eso rompieron tanto las bolas?

Habla Néstor. Todo va terminando. Saltan los papelitos y vos agradecés a todos y gritás un Viva la Patria que responden. Agarrás tu cartera, puteás por el celular que te afanaron, te cambiás los zapatos, sabés que no vas a poder ver a tus compañeros que una vez que salieron no tienen cómo comunicarse con vos. Algún organizador viene a agradecerte. Alguien viene a decirte que le encantó lo que hiciste. Te comés unos sanguchitos con los cumpas que laburaron. Después una cerveza y una guitarreada.
Te tomás un taxi para volver a tu casa. Ahí te espera la pioji que te dejó unas porciones de pizza. Te das un baño de inmersión con la satisfacción del deber cumplido. Te metés en la cama. Te fumás el último pucho. Te acurrucás contra nadie. Te envolvés en el acolchado de plumas que abriga tu soledad y la cierta tristeza que te vuelve. Y te dormís. Sola. Pero hoy te hiciste un Luna.

domingo, 26 de abril de 2009

ALUVION EN EL LUNA

A ver che... se me ponen media pila y se me van al Luna mañana, a eso de las 6 de la tarde, con los bombos y los trapos, y me aplauden fuerte y me gritan cosas lindas (lindas dije!!!), que voy a ser la locutora, qué joder.

Ah, capaz que vienen unos tipitos... un tal Néstor y dos amigos, creo que Evo y Lula, asigún dicen, no está muy seguro el asunto, pero quién sabe... además quién los conoce... qué querés con esos nombres... Bah, detalles. Todo el mundo sabe que lo único importante en ese acto va a ser la locutora. Jijiji

jueves, 23 de abril de 2009

¿A QUÉ RENUNCIÓ?

El art. 99 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires dice, entre otras cosas, lo siguiente: "El vicegobernador ejerce las funciones que le delegue el Jefe de Gobierno, preside la legislatura, la representa y conduce sus sesiones, tiene iniciativa legislativa y sólo vota en caso de empate"

Hoy me tomé el trabajo de revisar las versiones taquigráficas de las sesiones de la Legislatura desde la asunción de la dupla Macri - Michetti. Desde el 13 de diciembre hasta la fecha -incluida la que se está desarrollando en este momento en el que escribo este post y en la que se está tratando la renuncia de la vicejefa que tampoco está -, se llevaron a cabo 54 sesiones, entre ordinarias y especiales.

La Vicejefa de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires estuvo presente en las siguientes oportunidades:

1- Sesión Constitutiva, 9 de diciembre de 2007: en la que prestó juramento "por Dios, la Patria y sobre los Santos Evangelios desempeñar con lealtad y patriotismo el cargo de Vicejefa de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para el cual ha sido elegida, observando y haciendo observar fielmente en cuanto de ella dependa la Constitución Nacional y la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires" Ejem...

2- Sesión Ordinaria, 13 de diciembre de 2007: en la que dio la bienvenida a los diputados expresando el deseo de que "realmente podamos trabajar en buenas relaciones, teniendo como guía de nuestras acciones algo que, creo, todos tenemos en el corazón: la intención de trabajar por nuestros vecinos, representarlos lo mejor posible y encontrar los proyectos, las acciones y las actividades que eleven la calidad de vida de todos nosotros, para hacer una ciudad más amigable, feliz y contenedora. En verdad, aspiro a que nuestras acciones lleven a igualar las oportunidades para todos". Acto seguido, cedió la presidencia de la sesión a su "amigo" Diego Santilli. Ejem... ejem...

3- Sesión ordinaria, 1 de marzo de 2008: en la que dejó inaugurado el 11º período de sesiones ordinarias de la legislatura, pidió un minuto de silencio por Elvio Vitali, cedio la palabra al Jefe de Gobierno y luego dio por finalizada la sasión

4- Sesión ordinaria, 1 de marzo de 2008: que empezó presidiendo Santilli, después ella, le dio la palabra al Jefe de Gobierno, y luego dio por finalizada la sesión

Leyeron bien: CUATRO VECES fue esta señora a trabajar a la Legislatura, cagándose en la Constitución de la Ciudad, cumpliendo sólo con la parte de "las funciones que el jefe de gobierno le delegue"

Ahora, pone en un brete a la ciudad, porque no está prevista la renuncia del vicejefe, en caso de acefalía se debería hacer una ley especial.

GABRIELA MICHETTI RENUNCIÓ A UN CARGO QUE NO EJERCIÓ. ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO

martes, 21 de abril de 2009

APUNTES PARA UNA CIUDAD DE TODOS


Si la cultura se entiende en términos del modo de ser de un pueblo, tal como plantea el gran pensador nacional Rodolfo Kusch, podríamos sospechar, si no una victoria contundente, al menos una considerable ventaja de la concepción liberal de civilización.

Hubo otras épocas, claro. Aquellas en las que el Pueblo de esta Patria se pensó a sí mismo como tal. Aquellas en las que los sujetos tenían clara conciencia de su ser en función mutua. Esta cognición de unicidad social fue lo que -por el terror primero y mediante la exaltación de la noción de éxito en tanto progreso económico individual después- fue horadándose hasta llegar a la casi inexistencia. Y es sobre este abandono forzado de la idea de la realización social, que se monta el aparato avasallador de la derecha, cambiando balas por espejitos de colores.

La ciudad de Buenos Aires, no sólo no es ajena, sino que es la expresión más perfecta del dominio de la ideología neoliberal. Esta ciudad eligió como Jefe de Gobierno a un niño mimado del establishment, prototipo del hombre de negocios exitoso (¿?), gestionador, adalid de la anti política y la “eficiencia”, y ahora sufre las consecuencias.

Definitivamente, el Jefe de Gobierno urde una ciudad para pocos.
Pone reposeras y sombrillas en las plazas cuando no hay gas en las escuelas. Levanta los adoquines -suculento negocio- y desmantela hospitales. Premia a sus funcionarios con sobresueldos y mezquina el aumento de sueldo a los docentes. Hay más: el desguace silencioso del Teatro Colón so pretexto de remodelarlo, el intento de cierre de los hospitales Borda y Moyano, la creación de la UCEP –la patota pro que desaloja indigentes- , la pretendida eliminación de los Talleres Protegidos Terapéuticos –al tiempo que se llama a licitación para la construcción de un centro cívico en el predio donde funcionaban los talleres-, y la última perlita: el desmantelamiento de Puerto Pibes para destinar las instalaciones a la nueva policía porteña. Eso, sin contar el despido masivo de trabajadores públicos y la tentativa de judicializar la protesta social.
Lo que debe tenerse en cuenta –y es lo que indefectiblemente sucede cuando se hace un somero repaso de las medidas adoptadas- es que detrás de una gestión subyace siempre un fuerte componente ideológico que determina las acciones de gobierno. Es decir, de la lectura de los hechos se colige el pensamiento que los decide. Y, un poco más allá, puede vislumbrarse la ciudad que se proyecta: una Buenos Aires privilegiada, sin lugar para los desclasados, ayuna de toda iniciativa inclusiva, un paraíso para los amigos contratistas y un infierno para los desamparados. Una Buenos Aires en la que se agudizan las ya profundas e innegables diferencias entre el norte venido a menos pero desarrollado aún y el sórdido sur, olvidado largamente por el brazo del Estado, que debería ser igualador.
Y esto, necesariamente es producto de una corriente de pensamiento, una ideología que determina las acciones de quien debe llevar adelante un esquema de gobierno. A ver: cuando se toman decisiones políticas, esto no se hace desde el capricho o la improvisación. Y aún cuando así sea, nunca es en sentido contrario a la convicción doctrinaria de quien toma esas decisiones. En este sentido, la decisión de poner a la policía porteña allí donde funcionaba un centro recreativo para pibes, es el ejemplo más claro de lo que aquí se postula. Quien tiene semejante iniciativa tiene un proyecto que prioriza la represión por sobre la contención recreativa y/o educativa de niños y adolescentes. Es el viejo esquema de la derecha apaleadora recostada sobre el susto de la clase media porteña. Es la idea de quienes distinguen entre ciudadanos y ciudadanos de cuarta. Esta derecha embiste incansablemente desde el nacimiento mismo de la Patria y, en este momento, se proclama dueña absoluta de la ciudad, y actúa en consecuencia. Cuenta, para ello, con el beneplácito de una clase media que mira a las clases postergadas con temor (el doble temor de ser atacada y el de descender a ese estrato).
Desde el campo popular, el camino debería ser la reconstrucción de la urdimbre social, para revertir el proceso de desintegración fruto de los años de montaje de un individualismo que se enraizó en la comunidad con más profundidad de la que a veces se cree.
Recuperar el concepto de realización colectiva, con urgencia, es sólo el principio

ALUVIÓN FEMENINO EN LA BLOGUERA!!!

Anoche estuvimos con Eva vistando a los compañeros Gerardo y Mendieta. No se ilusionen, no somos las de la fotito, je.
Linda cosa, hace rato que no estaba en un estudio de radio. Nos convocaron teniendo como disparador un posteo de Gerardo en el que habla de las carteras de Cristina y cómo se ponen como locas las mujeres con ese tema, que es nada más la punta de un iceberg que reíte del Titanic (aunque nunca vayan a lograr que tengamos el mismo final)
Nada. Este post es para decir que se siente muy bien estar ahí, con compañeros lúcidos como Gerardo y Mendieta, con una compañera enorme como Eva, de esas que le hacen sentir a una orgullo de su género. Digo, es tan necesario sentarnos a charlar entre nosotros, los que estamos de este lado de la raya, con o sin micrófono, pensar y repensar la realidad nacional y tirar puntas, dibujos, ideas.
Ah, y lo más impresionante de todo fueron las pizzas que mandó el Guille!!! (Che guille, espectaculares las pizzas, de las empanadas sólo me dejaron sentir el olor)
NOTA: Especial agradecimiento a MOO, que por la tarde me había hecho una entrevista vía telefónica que espero hayan escuchado, fue otro placer inmenso, otro cumpa con el que da gusto charlar!!!
Faaaaaa... me siento una estresshhhha

martes, 14 de abril de 2009

lunes, 13 de abril de 2009

PERDIENDO AMIGOS CON MENDIETA (Part chú)

Buó... como era de esperarse, hubo respuesta en mi bandeja de correo al post anterior. Comparto nuevamente (¡¡¡les juro que es el último!!!)

La verdad que no hay mejor juez que uno mismo.Pais industrializado.Jajajajaja, no me hagas reir.Y no estoy con los del campo por si me confundís.Pero si aún no te diste cuenta, dejá nomás, yo NO QUIERO A LOS QUE VAN A LAS MARCHAS POR EL PANCHO Y LA COCA, O LOS 50 MANGOS.PERÓN SE REVUELCA EN SU TUMBA, CON estos dos hijos de puta. Y SI CREES QUE MILITAR ES ESO, LEJOS DEL SENTIMIENTO PERONISTA ESTÁS.Y LEJOS DE LA MILITANCIA. PORQUE SI CREÉS QUE TENÉS HIJOS BUENOS POR QUE SON SOLIDARIOS, ESTOY DE ACUERDO, PERO NO SON ASÍ POR SER MILITANTES O POLÍTICOS.ADEMÁS SI CON VOS NO SE PUEDE DISENTIR, AL RE PEDO TODO ESTO, SOS TOTALITARIA TAMBIÉN "COMO ESTOS DOS HIJOS DE RE MIL PUTAS"Y SI NO TE IMPORTA QUE TE QUIERAN O NO, SOLO NO CONTESTES ESTE MAIL, NO LO VOY A TOMAR, COMO QUE NO TENÉS RESPUESTA, SINO POR EL CONTRARIO.NO HAY MEJOR RESPUESTA QUE EL SILENCIO.SUERTE jotaele

Esta fue mi réplica final:

El silencio es la respuesta de los cobardes. Y no es mi estilo.

En primer lugar no dije que estuvieras con los del campo, sólo dije que la estabilidad económica se fue a la mierda por el lock out, fijate bien. O cambiá los anteojos.

Si te colgaste con el chori y la coca (el pancho nos cae mal), además deberías revisar tu retórica, porque evidentemente no entendés el sarcasmo.

Y ahora parece que encima soy totalitaria. Buó!!! También deberías darte una vueltita por la página de la Real Academia, porque si totalitarismo es defenderse de una agresión (y tu primer mail lo fue, y este segundo lo es aún más) con argumentos, no sé cómo se le puede decir a contestar esos argumentos con una serie inenarrable de calificativos y consideraciones acerca de mi lejanía o no del sentimiento peronista y -por interpósita persona- mi hijaputez.

En fin, yo hice una defensa de mi posición, que puede haber sido un poco dura pero jamás fue personal. Y fue con argumentos. Y me respondés con más insultos, riéndote de lo que creo, y sin un solo atisbo de análisis. Reitero: sólo insultos, cero argumentación. Ni una idea se cae, ni de casualidad. De todos modos, los peronistas estamos acostumbrados a estas cosas. Empezamos siendo el "aluvión zoológico" y eso seguimos siendo, parece. Al menos para la gente bienpensante. Diría Jauretche: " Así son los prósperos beocios de nuestra tilinguería. Cuando hay que ver el ascenso de un pueblo postergado lo huelen. Y hacen un gesto de desagrado. Cuando hay que oler nuestras multitudes mucho menos olorosas que las multitudes europeas que tanto aprecian, las miran y las encuentran demasiado morochas. Y también les desagradan.No sé si huelen y se miran ellas mismas. Pero tienen, como en el cuento, los sentidos invertidos" (Anotá para tu clase de retórica: eso se llama "cita de autoridad")

Y para que ahora tengas oportunidad de tildarme de totalitaria, paso a comunicarte que en este sencillo pero emotivo acto paso a borrarte de mis contactos y de mi vida. No creo que te importe mucho, pero cumplo en informarte. Por lo tanto ni te molestes en contestar, tu respuesta irá a parar a las nubes de úbeda (por seguir citando)

La verdad, prefiero a los negros peronistas. A ellos jamás se les ocurriría mofarse de mí, agraviarme, o denostarme. Porque respetan mi pollera, mi compromiso con mis ideas y sobre todo respetan mi inteligencia.

Chau. Me voy a seguir trabajando por un pais que también disfrutarán tus nietos.

Rox

AHORA ME SIENTO MUUUUUUCHO MEJOR!!!!

PERDIENDO AMIGOS CON MENDIETA ;-P


Reenvié a un (¿ex?)amigo la Carta abierta de nuestro querido Mendieta http://mendietaelrenegau.blogspot.com/2009/04/carta-abierta.html y me contestó esto:


Juzgar al pedo, ya lo hacian los griegos, la militancia politica, puede ser correcta o no, pero te quiero decir Balsarini, que vos , si no entend'i mal, sos pinguinista, y esos son dos hijos de puta, o sea que si no me equivoco, y te entendi bien, vos militas para los hijos de puta, y no es porque crea que otros partidos o personajes, sean mejor, pero, antes de cagarse encima del resto de la gente, mejor ponerse un panal. (no tiene enies la laptop). La casa est'a en orden Felices Pascuas. Otro hijo de puta.No si alg'un d'ia van a decir que de la rua, fue el m'as pensante, e inteligente presidente de la argentina.Igual te sigo queriendo
jotaele


En mi condición de peroncha irredenta, le respondí lo siguiente:

A ver ( los que me conocen saben que cuando empiezo con un “A ver”, lo que sigue es parecido a una filípica, así que éste es tu momento de apretar el botoncito que dice “supr”):

Para empezar, entiendo que cuando decís “esos son dos hijos de puta” te referís a la Señora Presidenta de la Nación, elegida como tal por el 45% del electorado (ups… estoy olvidando el fraude denunciado por Carrió, que quedó más de 20 puntos detrás, porque cuando nosotros hacemos fraude, lo hacemos bien, qué joder), y a su señor esposo, ex Presidente de la Nación y actual presidente del partido mayoritario. Al menos por esos datos merecerían un poco más de respeto de tu parte.
Ahora bien: estos dos “hijos de puta” –como vos los llamás- les dieron aumento y movilidad a los jubilados, se sacaron de encima al FMI, bajaron la desocupación, llamaron a paritarias, están metiendo en cana a los genocidas, reestatizaron Aerolíneas, recuperaron los Astilleros Río Santiago, mejoraron la distribución del ingreso, lograron que la Argentina no baile al son del efecto jazz (al menos no tanto como se pronosticaba), construyen escuelas y hospitales, reactivaron la obra pública, incentivaron el consumo, mantuvieron una estabilidad económica que sólo se disparó a la mierda cuando cuatro tipos hicieron el más feroz paro del que se tenga recuerdo, cortando durante 120 días las rutas y desabasteciendo a todo el país (por cierto, yo no podría estar cuatro meses sin laburar, parece que ellos tienen resto suficiente como para hacerlo). Y estas son sólo algunas de las cosas, las primeras que vienen a mi memoria. Ahora, si por estas cosas son “dos hijos de puta”, pues bien, creo que deberé revisar mi concepto de hijaputez.

Para seguir: sí, soy pingüinista. Pero yo no milito para los hijos de puta. YO MILITO POR UN MODELO DE PAIS industrializado. Apuesto a un proyecto que, casualmente, es el que está llevando adelante este gobierno, un gobierno que me representa, por primera vez en mi vida. Resulta que yo quiero un país distinto a este, agroexportador y por lo tanto subdesarrollado, en el que no puedo comprarme un par de zapatos de los que vos fabricás, sin resignar el pago de al menos la mitad de mi alquiler, en el que hay gente que no puede comprarse los zapatos que me compro yo, y en el que hay gente que no puede siquiera comprarse zapatos. Y mientras esa gente no puede comprarse zapatos, hay tipos que se tiran esa guita en un almuerzo en Puerto Madero. Este país injusto es el que no quiero. Y por eso milito, es decir, me involucro.

Para ir terminando: el mail que reenvié y que escribió un compañero muy lúcido, habla justamente de eso, de involucrarse. Como cuando uno se mete de novio, viste, y cede parte de su libertad y su individualismo en pos de un proyecto común. Nosotros, los militantes, estamos de novios con la Patria, y restamos tiempo a la rascada de huevos, a los amigos, a nuestras parejas, a nuestros hijos, a nuestro presente, porque laburamos para el futuro de todos. Nos importan cosas que no tienen que ver con la cuenta bancaria o la última laptop. Y nos reproducimos. Hace unos meses mi hija regaló sus lápices, libros y juguetes a la hija de una cartonera que siempre viene a casa y que vive bajo la autopista. Se quedó sólo con el primer bebote que pude comprarle y una Barbie que le regaló mi mejor amigo haciéndose pasar por los reyes magos, porque yo como Papá Noel no había podido comprársela. Se quedó con esas cosas como símbolo del esfuerzo y la solidaridad que parece que ya se le hicieron carne. Esos hijos criamos nosotros, bien lejos de otros hijos que chillan a gritos si no les comprás un celular con pendorchos y cositrulos. De eso hablaba el mail. Y de que los que se dicen apolíticos, siempre hacen política, aunque no lo admitan. Fijate qué tanto es así, que mandan un mail como el que vos me hiciste, insultando a los tipos que apoyo, que son los que tienen la responsabilidad de gobernar un país, nada menos. Aún cuando todo el establishment mediático, la timba financiera, el poder agrogarca, intente tirarlos al bombo.

Por último, agradezco que me sigas queriendo, pero si es mucho esfuerzo, dejá nomás. Hay un montón de vagos y malentretenidos, atorrantes, ñoquis arribistas, que van a las marchas por el chori y por la coca, a los que quiero y me quieren, porque queremos el País donde nacimos.

Rox
En fin... creo que perdí un amigo gracias a Mendieta. Debo decir, a modo de refutación del título de este post, que algunas cercanías se acrecentaron, y es más, no falta quien sólo se hallaba merodeando, y de pronto se ha acercado peligrosamente, vaya a saber con qué oscuras intenciones... ;-)

miércoles, 8 de abril de 2009

PARA HACER ESTA MURALLA...


No hay que traer todas las manos... sólo hace falta la mente siniestra de un intendente y 33 frentistas cajetillas. El intendente es Gustavo Posse, hijjjjjjjo del viejo Posse, el dueño radical del partido de San Isidro desde hace décadas. Los frentistas son unos que tienen sus frentes, sus fondos y sus costados en el coqueto barrio "La Horqueta", ahí donde se abre la Panamericana y una parte va a Tigre y la otra a Zárate.
Los frentistas cajetillas le pidieron al intendente su construcción porque parece que no les bastaba con las casillas de seguridad privada, las alarmas y los rottweilers. Y el intendente -cual Príamo, pero mal-, ni lerdo ni perezoso, llamó a los albañiles.
No sorprende, en algún lugar. Y es que, como clase privilegiada, estos burgueses asustados podrían enviar a los negritos del conurbano a Ganímedes, si no fuera que los necesitan para que limpien sus piletas y lustren sus palieres.
Hay que separarse de toda esa negrada que se reproduce por un subsidio y encima viene a meterse en nuestras casas y robarse nuestros dvds, cuando no a violar a nuestras hijas.
Los señores feudales de San Isidro, que van a misa a la catedral o a Santa Rita y dejan sus moneditas para lavar sus conciencias, no tienen el menor empacho en proteger sus feudos como sea, deben estar lamentando no poder hacer una fosa con pirañas.
¿De qué se protegen? De los pobres. De todo el pobrerío que ellos mismos, como clase, han creado, explotándolos en sus fábricas y echándolos a la mierda para lanzarse a la timba financiera que reditúa mucho más, por decir sólo una cosa. Los mismos pobres que los hacen chillar por los medios cuando cortan una calle para pelear por su derecho a un trabajo digno. Me cansé de ver cajetillas chillando por los piquetes desesperados de los que ellos cayeron del sistema a codazos. En esas ocasiones se acuerdan del derecho de libre tránsito (jamás del derecho a un trabajo digno). Y ahora ¿el libre tánsito dónde mierda está? Capazmente en el mismo lugar al que lo relegaron cuando los chacagarqueros cortan las rutas por las retenciones y laputaquelopario. Jodidos de mierda. Mala gente. Mala estofa estos señores de zapatos lustrados y estas señoras de melena planchada (porque el rulo da negro, ¿vio?). Puta oligarquía. Eso.
De pronto recordé un clarísimo puema de nuestro querido Benedetti:
"Cuando un dueño de la tierra proclama:
"¡para quitarme tal propiedad
tendrían que pasar sobre mi cadáver!"
debería tener en cuenta
que a veces... pasan."
He dicho.

lunes, 6 de abril de 2009

LA PAJA EN EL OJO AJENO (o cómo hacer oposición hasta en la sección más boluda del diario)


Suplemento Espectáculos de Clarín (¿quién más?) Vean esta jossshhhita (negritas mías):


CRITICA: "6 7 8"
El agua y el molino
El programa sobre los medios que conduce María Julia Oliván tiene su flanco más débil en cierto aire oficialista.
Por: Luis María Hermida

Fuente: ESPECIAL PARA CLARIN

"Aunque parezca un juego de palabras no lo es: el periodismo de periodistas no está bien visto, por los periodistas. Según una norma no escrita, el periodismo puede y debe ocuparse de todos y de todo, menos de los periodistas. Los que sólo podrían ser alcanzados, eventualmente, por el juicio de la opinión pública y de la historia. Contrariando este dogma tan discutible como antojadizo Canal 7, de la mano de PPT, la productora de Diego Gvirtz (TVR y Duro de almorzar) propone, con 6 7 8 (diariamente a las 20), un espacio de observación y debate del comportamiento de los medios. Con la conducción de María Julia Oliván y un panel integrado por Orlando Barone, Carla Czudnowsky, Luciano Galende y "Cabito", el programa repasa con agilidad y buen ritmo televisivo la actualidad según el reflejo que de ella hacen los medios. Dándose lugar también para informes temáticos del tipo "los medios y": la inseguridad, el conflicto con el campo, Malvinas, la muerte de Alfonsín o el golpe del '76. El ejercicio crítico resulta tan interesante como revelador.

El eslabón más débil de 6 7 8 lo constituye, sin embargo, el lugar desde donde se articula el ejercicio. En este caso la televisión pública que en nuestro país, históricamente, siempre ha sido mucho más oficialista que estatal. No se trata de pedir que nadie muerda la mano de quien le da de comer, cualquier periodista sabe que no puede ir, hasta por ética, en contra de los intereses de su propio medio. Pero entre "ir en contra" y "operar para" hay una enorme distancia. Y en tal sentido, son demasiadas las ocasiones en que, Oliván y Cía., se ven obligados a tratar de explicar o justificar, infructuosamente, su presunta independencia. Tampoco se trata de exigir prescindencia y objetividad absolutas, y hasta es sano y enriquecedor que cada uno tenga su postura política e ideológica. El problema es cuando en el armado de un "discurso", y un programa de estas características siempre lo es, se notan demasiado el molino, el agua y los esfuerzos para transportarla".


A veces pienso si es que son demasiado caraduras o bandean pal lado de la boludez. O si creen que todos los lectores son igual de pelotudos.

Por un lado, para empezar nomás, reconocen el corporativismo de los empleados de empresas peridísticas (nótese que no digo periodiastas) que, en este caso, tiene que ver con no andar pisándose la manguera. Acto seguido... ¡¡¡proceden a pisarle la manguera a María Julia Olivan y sus compañeros!!!


Después, llega el colmo de la desvergüenza: ¡¡¡por etica no se puede ir en contra de los intereses de tu patrón!! Lo cual blanquea los que sabemos todos: que los pseudo periodistas de TN/Clarín dicen lo que conviene a los intereses de sus patrones. Y en esa tesitura, tratan de disimular molinos, agua y esfuerzos (cosa que les sale mal) porque, ahí lo dice este muchachito Hermida, EL PROBLEMA ES QUE SE NOTEN. Que toda esta sarta de huevadas se digan desde el medio que -evidentemente- "opera para", que inventa agenda, que relativiza cuestiones importantes para la vida nacional -como la significación de la asistencia de Argentina a la cumbre del G20, entre otras pequeñeces-, que hace campaña por la mano dura, que hace campaña contra el gobierno legítimo, que levanta personajes impresentables como Carrió o de Angeslis, que infla marchas y demás cochinadas, francamente me pone entre la risa y el asco.

Todavía no me decido. Mientras lo pienso le afano el cosito de clarin a la compañera Ambalivabal...


¿QUÉ TE PASA, CLARÍN? ¿ESTÁS NERVIOSSSSSSO?

miércoles, 1 de abril de 2009

YO LO PUTEÉ



Y ahora ando ahí, yendo y viniendo de la puteada a la conmoción. De mis diecisiete años cacheteados por las compañeras de secundaria que, vestiditas de blanco y rojo, se mofaban de la primera decepción que me regalaba la política, a estos cuarenta y dos con el nudo en la garganta y el hastío por tanta viejita democrática llorando por todos los canales.


Lo primero que me surge es una cierta consternación. Qué se yo. Tiene que ver con mi adolescencia, con aquellos años en que mi generación asomaba la nariz a la política, con los fervores de la primera militancia, con la bronca de no poder votar aquella primera vez . Y porque el tipo, tal como dijo Cristina en el homenaje en Casa de Gobierno, es el símbolo de la recuperación de la Democracia.


Y vamos, puedo reconocerle algunas cosas, como la decisión de juzgar a las juntas, la CONADEP, la ley de divorcio vincular, la patria potestad compartida, el mercosur, el bancarse el chiflido en la rural, el subirse a un púlpito para retrucarle a un cuervo.


Pero, disculpen todos los acongojados demócratas que desfilan en los medios, hay cosas que no puedo olvidarme: las leyes de obediencia debida y punto final, la legitimación de la deuda externa ilegítima y su crecimiento en esos años, la instalación de la teoría de los dos demonios, el pacto de olivos (¡¡¡el pacto de olivos!!!), el plan austral, el "felices pascuas, la casa está en orden, son héroes de Malvinas". La Tablada (¿algún día lo explicarán, Coti?).

Recuerdo aquella Semana Santa. Dos días me morfé en la Plaza. Yo, una recalcitrante peronista, salí, como tantos, a defender a mi presidente que no había elegido, dispuesta a cagarme a tiros con quien fuere, aún sin tener idea de pa dónde va el ujerito del cañón, porque nadie, nunca iba a robarme lo que costó tanta sangre. Y el tipo salió, y muy suelto de cuerpo me mandó a mi casa, diciéndome que eran héroes que nunca quisieron dar un golpe. No me aclaró que para que depusieran sus armas tuvo que concederles todo. Tampoco hizo falta. La puteada fue tan feroz, tan feroz... Y después ya no volví a salir. A defenderlo, digo. Salí a putearlo una y mil veces. Adherí a cada uno de los 14 famosos paros que todavía no nos perdonan. Como si el Pueblo trabajador hubiera tenido la culpa de las defecciones de un gobierno que, moderno, socialdemócrata, barnizado, no dejaba de ser radical. Salí a decirle que la Rosada es la casa de Perón. Y me dio bronca que se fuera seis meses antes, echado a patadas con un golpe económico que demostraba que los dueños de todo hallaban otras formas.


Entre tanta cursilería, lugar común y/o/u pelotudez que se ha dicho en estas horas que todavía no llegan a veinticuatro (¡Pardiez! ¿cuàntas más...?), hay una que me hace demasiado ruido: Es esto de darle un título honorífico que yo no sabía que existía: "Padre de la democracia". Apenas escuché la frase comencé a sentir una leve hinchazón a nivel yugular... ¿LO QUUUUÉ???? ¿Padre? Podría tolerar un hermano, amigo, tío si se quiere (aunque tío hubo uno solo) pero... ¿padre? ¿No es como mucho? Inmediatamente llegaron a mis ojos las imágenes de los actos del 23 y 24 de marzo pasados (debo un post sobre cómo se sienten esos actos desde arriba del escenario). Alli, en Tribunales y Plaza de Mayo miles y miles de personas dimos cátedra de democracia. No puedo dejar de pensar en que muchas de ellas, la generación anterior a la mía, se jugó las pelotas combatiendo a la dictadura acá o en el exilio. Ellos, los que sufrieron cárel, persecución, torturas, lejanías, ellos y los 30.000 son Padres de la democracia.


Debo decir, en honor de verdad, que Alfonsín fue, al menos, un adversario digno. Un tipo sin las canalladas del gorilaje cipayo que va a hacer cualquier cosa para no perder sus privilegios. Un tipo honrado y honesto. Un tipo que hizo su carrera política con militancia, desde abajito, No es poco, en estos tiempos y en esta Patria. Pero ya lo andan comparando con San Martín. Tampoco la pavada.


Yo lo puteé. Y no me arrepiento de todas y cada una de las puteadas que le mandé. Hoy, puedo lamentar la muerte de un símbolo. Pero no me pidan mucho más. He dicho.

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