Esa mujer hacía justicia. A su modo, reparando con una máquina de coser, una muñeca, un trabajo, una silla de ruedas, las heridas de los pobres de la Patria que habían sido humillados desde los fondos de la Historia y comenzaban a hallar la dignidad de la mano de un Coronel que ella había elegido como norte.
Hizo lo que le dictaba su corazón, sólo que su corazón estaba con los humildes, con los despojados, los soterrados, la clase permanentemente postergada. Su corazón estaba preñado de Patria, bien lejos de los intereses de una oligarquía explotadora que combatió sin descanso.
A su corazón sumó la profunda convicción ideológica, la razón valerosa, la férrea voluntad de llevar hasta el final la transformación que, desde y para la clase trabajadora que empezaba a ser protagonista de su destino, se derramaba generosa hacia el mundo.
No creo que haya habido mujer más amada y odiada. Amada por sus grasitas, amada por nosotros hoy, amada por nuestros hijos mañana. Odiada por los cipayos, los vendepatrias, las damas de beneficencia.
Aquella Evita, que aún hoy permanece en la memoria popular, tiene su mejor homenaje en el recuerdo de los sencillos altares hogareños, y en la lucha inclaudicable de todos los que trabajamos para hacer una Patria Justa, libre y soberana.
Tani, en mi homenaje a Evita, transcribí una anécdota del libro de su hermana Erminda que la pinta de cuerpo entero.
ResponderEliminarManda a un niño con una enfermedad incurable al extranjero, sabiendo que no había solución solo para que su padre quedara tranquilo de que se habia hecho todo
Una mujer con todas las letras
Saludos
http://desdelbosque-marice.blogspot.com/2009/05/hoy-evita-cumpliria-90-anos.html
Qué cosa, Tana. Las dos mujeres más grandes de la historia argentina las tenemos los peronistas. La tenemos a Eva, la más grande, la única. Y la tenemos a Cristina, hoy, acá. Algo bueno debemos tener para merecer esto.
ResponderEliminarEvita sigue viva. No es verso. En cada compañera que le pone el cuerpo a la causa, en cada compañero que siente arder la bronca por la injusticia. Ella es eso, una urgencia, el fuego que no se apaga. Y pobre del que no pueda entender esto, porque no entiende la mitad de nuestra historia como país.
Te saludo, Tana. Y en vos a todas las compañeras que llevan a la Eva adentro, con la pasión intacta.
Mario
Muy lindo tu posteo, Marice, cumpa.
ResponderEliminarMario: los dioses nos han bendecido con estas dos compañeras tan inmensas. Y con otras como la Gaby, la gorda, Vicky y tantas otras... A veces una se pregunta hasta dónde puede tratar de alcanzarlas, si apenas tiene un banquito de tres patas. Y se responde que no importa que nunca lleguemos a ser como ellas, lo importante es haber seguido su ejemplo y no quedarse tranquila en casa mientras haya una injusticia que reparar.