Macri es el hombre que buena parte la sociedad porteña colocó en el sitial en el que está. Resulta imprescindible hacerse cargo de eso. La ciudadanía eligió a un empresario bien parecido, de buena cuna, con amigos poderosos, y casi sin pasado político, salvo dos años como diputado en los que ni siquiera asistió a las sesiones.
Cabe preguntarse –sospechando que la respuesta no será agradable- cuánta responsabilidad cabe a los representantes políticos de un pensamiento más inclusivo y justiciero, sobre este avance furibundo de la derecha en una ciudad que siempre se jactó de cierta tendencia progresista. Cuál es el territorio que no se supo defender. Cuál es la construcción que no se terminó de desarrollar. Tal vez reconociendo los extravíos estratégicos consumados pueda empezar a avanzarse en una dirección más acorde con las exigencias de la hora.
Pero lo que se define en las próximas semanas es la continuidad o el desbaratamiento de un proyecto político excluyente, injusto, perverso y desintegrador, que da sobradas muestras de desdeñar la esencia misma de la política en tanto herramienta para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y las ciudadanas y desterrar las desigualdades. Si esta ciudad sigue soportando dos años más a un gobierno que la diseña impunemente como una empresa familiar. Cómo hace este pueblo para evitar la destrucción sistemática de todos los espacios de superación colectiva que fue conquistando a lo largo de su historia.
Y la respuesta surge de la misma realidad preelectoral: lo que hay que lograr es restarle sostén legislativo, de modo que el poder ejecutivo sea efectivamente controlado en su accionar y su proyecto truncado, con vistas a reinstaurar un programa que contemple el paulatino y continuo recorrido hacia una ciudad para todos/as.
Lo positivo es que –a fuerza de yerros, ineficacia, desidia y represión- el gobierno porteño va desgastando el potencial de respaldo ciudadano que evidentemente tuvo en sus albores. Pero resulta ser una irresponsabilidad política el hecho de que el Campo Popular no halle el modo de unificarse en una expresión superadora. Falta la mirada estratégica que desarticule el modelo liberal y encause el descontento generalizado con la gestión actual, de modo que no termine perdiéndose en su propia dispersión, dándole un marco ideológico que confiera entidad a las respuestas espasmódicas con que la sociedad se manifiesta como reacción primaria ante determinadas disposiciones.
Un profundo cambio en las estructuras del pensamiento social, instituido desde una práctica política coherente y despojada de ambiciones sectoriales o personales, es la alternativa que el Campo Popular debe ofrecer a la ciudadanía. Seguramente, cuando recuperemos la noción de Pueblo se tronchará el propósito de transformar a Buenos Aires en una ciudad – country como fantasea la tilinguería y haremos una ciudad justa, igualitaria, solidaria, e inclusiva.
Excelente texto,Tana. Yo, como porteño, siento verguenza ajena por la miseria del pensamiento medio de mis "vecinos". Por lo demás ( a riesgo de que me califiques de "negativo", no tengo demasiadas esperanza de que la situación de la ideología dominante del medio pelo porteño se revierta en épocas cercanas. Más bien harán la ya clásica parábola: apañar el nuevo saqueo liberal y recién cuando tengan la guita confiscada por los bancos cobrar "mágicamente" conciencia social.
ResponderEliminarSaludos
Mario
todo bien,cra...pero lo de bien parecido...está de más.
ResponderEliminary ,hablando en serio,los que vivimos en la capital tenemos doble estigma:
el 1ro,habitar macrilandia,que es,a estas alturas,ultrapeligrosas:por ej,todas las baldosas que puso este energúmeno están flojas.De hecho,se está recomendando a las personas mayores de 60 años caminar con bastón.
o sea,nos ha hecho disminuir hasta en la pisada!la calidad de vida
2do.,los que te putean porque piensan que TODOS los capitalinos lo votamos.
La situaciónm,por ej,de los médicos municipales y de los hospitales municipales, es TRAGICA.Otra que la gripe porcina.Estan haciendo mierda los mejores médicos.Apañando la delación.No sé de dónde carajo sacan que no laburan.O mi marido me miente y no va al Hospital?.Y los remedios que segun macri afanan los profesionales donde estan?ni una aspirina me trajo en 20 años...
Acá no es solo el mediopelo,disiento con el brillante cro Mario.Ojalá.Lamentablemente,no.
Hasta que la sociedad porteña no logre abolir los valores de mercado, el individualismo, y la apatía, tendrán Macris para rato.
ResponderEliminarUna pena que la gente se aferre a la publicidad antes que a la política, de otro modo este inutil jamás estuviese gobernando.
salud
quisiera agregar que la sociedad entera es responsable de todos sus monstruos.
ResponderEliminarasí como todos somos responsables de tartagal,todos somos responsables por macri,vivamos o no en la capital
es un grano en el orto de la patria,a ver si pensamos en solidario.
que haya ganado es algo que jamás tendría que haber pasado
me entienden?JAMAS tendría que haber ganado
mejor pensemos qeu carajo pasó que ganó,ya no por nosotros,sino por las generaciones venideras.desinfectemos la patria de macris.
disenso,si,entreguismo no