Es la maldición de no poder ser feliz. Nunca. No conformarse con que te hayan aumentado el sueldo, te hayan dado el beso que esperabas o no te jodan los inspectores municipales. Un militante quiere más. Mucho más. Porque quiere para todos. No sólo el fútbol, también el trabajo, el pan, la alegría, el colchón, el agua, el asadito. Entonces, un militante no puede irse a dormir tranquilo. Nunca. Porque siempre hay algo por hacer, una herida por restañar, una injusticia en algún lugar.
Escribo esto en estos días tan peronistas, de un ayercito nomás en que recordamos a los compañeros de Trelew y el renunciamiento de Evita (como todos los días, porque los militantes recordamos todos los días), y de un hoy en el que sigue presente Felipe Vallese. De un antesdeayercito en el que repartimos el fulbo por toda la Patria y un ayercito en que nos juntamos como trescientos tipos ahí en Económicas y pensamos cómo seguir, cómo profundizar, qué caminos abrimos.
Escribo esto en estos días en que con unos cuantos blogueros atorrantes nos juntamos porque, aunque cada uno tenga su espacio en el sindicato, o la agrupación, o lo que sea, había llegado la hora de dejar de pelotudear cada uno por su lado y, en todo caso, pelotudear juntos, que es más peligroso para las señoras chillonas. Escribo esto en estos días en que se viene la Ley, se viene, y va a ser necesario salir a la calle a bancarla, explicársela a la vecina del 5to, al chino del súper, a la mamá de algún compañerito de la escuela de nuestros hijos.
Escribo esto como un acto más de militancia, usando la herramienta que me da el sistema, como los que nos precedieron usaron la tiza y el carbón, el fusil, el propio cuero.
Son éstos tiempos de resistencia, dije en otra oportunidad. Son tiempo de militancia, digo ahora. Tiempos de mover el culo, de gastar los teclados, de quedarse disfónico y seguir hablando, de salir llevarse el mundo por delante, si es que el mundo se opone a la felicidad del Pueblo. De copar la calle, de estar en cada rincón, en cada charco, en el barrio. Porque estos turros vienen por todo, una vez más. Están como locos, trinan y desparraman su bilis por todos sus medios. Nos ningunean, nos tergiversan, nos descalifican, se mofan de nosotros, lanzan sus misiles de podredumbre desde la jeta entreabierta de María Laura Santillán o desde la cara de boludo bien pagado de Berpnesto TNennbaum. Pierden una votación y nos tiran las vallas del Congreso. Se juntan los cuatro agrogarcas y nos prepotean a nuestra Presidenta. Cuando les tiremos la Ley por la cabeza se les va a venir el mundo encima. El mundo peronista.
Son tiempos duros. Se resisten y se ganan junto a un Gobierno Popular que está haciendo la sopa mientras la oposición recién entra a la verdulería. Y se resisten y se ganan con MILITANCIA.
He dicho
Impecable, de corazón y más abajo. De ovarios, de alma, de piel, se sangre. De ronquera, del puño en alto, de los dedos en V. Peronista.
ResponderEliminarBien mina, bien peruca. Así debe ser. Siga gritando que esa es la música.
Mario
Tani cumpa, genial, cuanta verdad me hace acordar a unas palabras que dijo Dolina respecto de que nunca se puede ser del todo feliz, si hay alguien que está mal. Se refería a esa gente que está todo el día feliz, que festeja, qué? si se siente al otro nunca se puede ser del todo feliz. Sin andar amargado tampoco, pero la lucha es dura.
ResponderEliminaren fin me encantó, cariños mery !!!
Exactamente Roxana, tiempo de militancia. Pero todavía nos queda mucho para hacer, para poder "explicarle a la vecina del 5to" y que nos entienda o qué entienda que este proceso la beneficia a ella y a sus nietos. No sé, el martes saldría el fallo de descriminalización del uso personal de drogas y el jueves entraría al Congreso el Proyecto de ley de medios. O sea: van a decir que queremos un país de drogadictos y que queremos amordazar a la prensa. Ellos tienen un poder de fuego tremendo pero sobre todo una ventaja: reducen la discusión a términos de cuarta y lo que no pueden reducir lo banalizan. Ellos vienen por todo nuevamente, como bien decís. Y es cierto que habrá que militar y militar. Y también hacer un esfuerzo para sintetizar un par de ideas fuerza, incuestionables, poderosas. Bueno, perdón me fuí al carajo con la extensión pero es que ando pensando en que todavía nos falta mucho para comunicar mejor.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo y gracias por el post.
Bien ahi, con esa militancia que no se encierra con las derrotas, que analiza, discute y sale a las calles a buscar la victoria.
ResponderEliminarUn abrazo Tani
CQC
CLQC
En eso estamos en estos día de krichnerismo serial, cada uno desde su lugar, militando!!
ResponderEliminarVamos Tani todavía. A pelear con las entrañas, con la historia a cuestas, con la esperanza de la miradas de nuestros hijos, con garra, con alegría
ResponderEliminarMe emocionaste con tu escrito Tani!
ResponderEliminarMuchos saludos
Los militantes somos esos tipos que podían arruinar un cumpleaños, la navidad, pero también te podrían levantar el ánimo en un velorio. A contramano siempre, y del brazo de algun compañero, oliendo de qué habla la gilada para mechar una barbaridad. Insoportables, algunos queribles. El mejor, o cuando uno ha sido el mejor militantes es cuando sabes que la mayor ambición es hacer cosas y que los demás hagan lo que tenían que hacer como decía el filósofo castrense. Ambición, mucha. Que la patria sea grande y el publo felíz. Un aparte para compartirte lo que me hiciste sentir al leerte: ese día el 23 cumplió 25 mi hijo mayor, al que me llevé a upa a mi primer cuarto oscuro y le juré que por lo menos la democracia renga en la que nació, era regalo de papá y sus compañeros. Un beso grande. El Marquesito.
ResponderEliminarY lo ha dicho de manera impecable! Bravo compañera.
ResponderEliminarLa verdá que no necesitaba un empujón, pero lo que escribiste tira pa'lante que da gusto. Un abrazo y gracias.
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