RESISTENCIA

(Créditos indispensables: empecé a pensar este texto cuando el compañero Betannin pronunció la palabra esta en la última reunión. Seguí pensando cuando el compañero Ariel tiró esa bella imagen del cuchillo entre los dientes. Aportaron sin saberlo el Marquesito que a veces me ayuda a pensar, y una pequeña horda de vagos y malentretenidos con quienes me clavé unas lentejas y un vino hace unos días)

Siempre me gustó la palabra. Tiene una sonoridad centrípeta. Se dice con la boca llena de consonantes. Hay que probar. Pronunciarla con fuerza, como regurgitando, con el acento en la erre y en la te. Sale como intrépida, masticada y expelida. No es casualidad que Resistencia sea la ciudad en la que alguna vez fui tan feliz. No sé que tiene que ver, pero me vino. Sigamos con la palabra.

Para los peronistas, Resistencia tiene un peso específico, que enlaza tragedia y desacato, persecución e ingenio, reuniones en velorios de desconocidos, loros, flores y caños. Desde Villa Manuelita hasta el Lisandro, de los fusiladitos del 56 a Taco Ralo. Páginas gloriosas desde las que construimos Historia.

Hoy, en la Ciudad Eva Perón, un gobierno peronista hizo justicia y reconoció a los héroes. Será casualidad que fuera justo el día en que me decidí a escribir esto.

Los peronistas sabemos largamente de derrotas. La única de la que no pudimos volver fue la que nos propinó el cáncer en julio del 52. Hemos sabido resistir los embates del liberalismo en todas sus formas: las bombas, el 4161, los tanques, la tortura, la proscripción, la desaparición. Las formas clásicas, porque ahora hay otras. No tan violentas pero igualmente efectivas.

Desde la segunda década infame hemos aprendido estas otras formas. Las hemos combatido y seguimos resistiendo. Las formas más crueles son el hambre, el desempleo, la marginación, larepresión. Las más efectivas tienen que ver con la desmovilización, la despolitización, el discurso único, los grandes medios. Las efectivas permiten las crueles. Así de sencillo.

Estos son, indudablemente, tiempos de Resistencia. Lo curioso es ser resistencia cuando somos gobierno. El poder fáctico ha decidido que ya nos dejó jugar bastante, y vienen por todo.

Como en otras épocas, es necesario agudizar el ingenio. Coparles la parada. Usarles las herramientas. Volver a hacer peronismo explícito. Cagándoles el negocio del fútbol, haciéndoles pagar las retenciones. Repartiendo. REPARTIENDO.

Y hay otra tarea poco sencilla, por cierto: desarmar el andamiaje cultural incrustado en el juicio de la clase media. La cultura de velar por los propios intereses en lugar de apostar al crecimiento de la Patria. La cultura que se aterroriza cada avanzada del aluvión zoológico. La cultura que sale del plasma de nosecuantas pulgadas. O del diario más pesado. Desarmarles el discurso, que además hace agua por todos lados. Destrozarlos donde sea. "La lucha activa por todos los medios y en todo lugar debe ser la regla" como ordenaba el General.

Somos la piedra en el pozo de petróleo que decía Evita: "Hay mil procedimientos eficaces para vencer: con armas o sin armas, de frente o por la espalda, a la luz del día o a la sombra de la noche, con un gesto de rabia o con una sonrisa, llorando o cantando, por los medios legales o por los medios ilícitos que los mismos imperialismos utilizan en contra de los pueblos"

Y acá, los militantes, los peronistas, los compañeros, hacemos Resistencia. Un poco rara quizás. Una forma más.

He dicho

PERON O MUERTE!

VENCEREMOS!