"El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza." ARTURO JAURETCHE

jueves, 27 de octubre de 2011

EL TIPO (y yo)

Aquel 27 de abril le fiscalicé en una escuela de Quilmes. O le quise fiscalizar, porque a mitad del día me sentía muy mal, muy débil, y me fui a casa. Al otro día, al médico que me dejó internada, sin entender cómo podía estar parada teniendo poco más de dos millones de glóbulos rojos. Así estaba yo cuando el tipo entraba en el ballotage, anémica hasta la puta madre.

Mis compañeros de Quilmes le tenían fe. Yo, no mucha, machucada como estaba de tanta derrota, de tanto hijo de puta que había hecho mierda mi partido y mi Patria. Pero a los pocos días, Me*em se bajó y el tipo habló por radio. Yo lo escuché cuando venía en el Roca y me quedé dura. Este tipo me gusta, este tipo es el tipo, me dije. Y empecé a creer un poco. Llegué a la legis y le dije a Pablo "el tipo es kirchner". Nadie le confiaba mucho, por el tema de que lo había "elegido" Tachuela, a ninguno nos gustaba eso, pero bueno, es lo que hay.

El 25 de mayo no fui al Congreso. Lo vi por la tele. Dije "el tipo está loco" cuando lo vi jugar con el bastón. Escuché atentamente, escuche a un tipo que se declaraba hijo de las Madres de Plaza de Mayo y decía que no iba a dejar sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada. Y ahí el tipo se convirtió en mi Presidente.

Un par de días después, el tipo le pegó una patada en el culo a toda la cúpula militar, incluido Brinzoni, al que le pegó un sosegate cuando el milico se atrevió a cuestionar la decisión presidencial. Con eso desarmó el arreglo que había abrochado Tachuela y me demostró que no era ningún chirolita.

Pasaron los días, los meses y el tipo seguía construyendo Patria. Bajaba las leyes de impunidad, hacía bajar el cuadro, mandaba a la mierda al FMI, al ALCA, que no nos vengan a patotear, le dijo en la propia jeta a Bush. El tipo estaba loco y se ganaba mi corazón a puro huevo.

El Pueblo empezaba a ser feliz y la Patria, grande. Tan grande que entraban los países hermanso a quienes siempre le habíamos dado la espalda. Yo no podía creer lo que pasaba, pasaba lo que siempre había soñado, Latinoamérica se unía poniéndose de pie ante el imperialismo. Y era obra de este tipo.

El tipo dejó el sillón y nos dejó una Presidenta de puta madre. Nos mintió un café literario, cagándose de risa, como era su costumbre, qué lindo es recordar cómo se reía.

Vino la andanada destituyente y el tipo se calzó los guantes para defender a su compañera y a las instituciones. En ese tiempo se armó Carta Abierta, y yo empecé a ir, simulando que era una intelectual, já. Un día me dice Coco Plaza "viene Néstor". Naaaaaaaaahhhh, me jodés. Y sí, el tipo vino, y el Coco, que es un compañerazo, le dice "flaco vení, te presento a una compañera". Y el tipo viene, me saluda, se saca la foto conmigo. Y no se saca la foto así nomás, me abraza, me pone en el hombro su mano pesada, me pega el cuerpazo, lo abrazo de la espalda y siento al tipo ahí, como cuidándome, como que nada malo puede pasar, como un hermano mayor que está dispuesto a cagar a trompadas a cualquiera que se te acerque.

La otra vez que lo tuve cerquita fue cuando tuve que conducir un acto del Frente Transversal en el Luna. Reproduzco acá lo que escribí en aquel momento:



"...Y empiezan los discursos. Y el infarto tan cerquita… Porque te cambian mil veces la lista de oradores. Porque cinco tipos te dan órdenes y contraórdenes simultáneamente. Y alguien tira la bomba: “en veinte minutos llega Néstor” ¡Aaaaaaacabáramos! Un sobre con ántrax no causaría el mismo efecto. Viene Dios.

Los monos de Dios, que ya estaban en el escenario, cobran vida. Y empiezan a darte órdenes. A vos y al pinta de nabo que por un momento cree, pobre, que él va a anunciar la llegada de Néstor. Que ya está ahí, parece. Tenés que anunciarlo. Tenés que decir lo que los muchachos más quieren oirte. Y vas, exultante, y les gritás que preparen los bombos y las gargantas porque llegó el compañero Néstor. Y los muchachos explotan. Y empiezan a corear, mientras en el escenario alguien te dice que no y todos los demás se dan vuelta hacia el lugar por donde va a entrar Dios. Ahí caés en la relatividad del tiempo. Los segundos más largos del día. No sabés cuántos son, parecen interminables esos segundos en los que Néstor no aparece y vos vas pensando cómo mierda hacés para decirle a los muchachos que no, que no está, que mientras seguimos esperando va a hablar Depetri, o va a cantar Copani, o les vas a pasar una receta de cocina.

Pero ahí entra Néstor y el alma te vuelve al cuerpo. Canta Copani, habla Depetri. Cierra Néstor y lo tenés que anunciar. ¿Y qué carajo decís? Entonces un rayo catódico te alumbra la neurona y gritás la frase que al otro día sale en Clarín: “Habla el artífice de la recuperación de la Patria…. ¡¡¡compañero NestorrrrrrrKiiiirrrrchneeeerrrr!!! Lo decís convencida y abajo lo escuchan convencidos. Ya está. Te podés morir si querés, mientras los muchachos explotan y los de la tribuna norte empiezan a irse, carajo, ¿para eso rompieron tanto las bolas
?

Después de aquello, la derrota del 2009, seguía la construcción de la Patria Grande, el tipo se va a la Unasur, es un mostro que crece y se gana todo, ya no sólo mi corazón.








Y el día, hace un año. El tipo, que está loco, va y se muere. Puta madre. ¿Qué hacemos? ¿Qué hago? Viene el abrazo de mi hija, que me contiene, puta madre. Busco el hombro de mi compañero, desolado como yo, puta madre. Nos vamos a la plaza los tres, nos encontramos con decenas de miles, todos hechos mierda como nosotros, puta madre. Nos comemos quince horas de cola y no, no llego, el cuerpo dice no y me desmayo, recontra puta matre. La Patria queda desprotegida ¿queda desprotegida? No. Ni la Patria ni yo quedamos desprotegidas. Ni los viejitos, ni los pibes, ni las mujeres, ni nadie. Nadie queda desprotegido porque queda Ella, ahí paradita en medio de su dolor, custodiada por el Pueblo, por nosotros, que el domingo triunfamos, que ayer triunfamos metiendo en cana a los genocidas. Ella y nosotros. Y ni Ella ni nosotros aflojamos, porque eso, eso nos enseñó el tipo.








He dicho

4 comentarios:

  1. La emoción y fervor que emana de tu relato, de tu recuerdo, me llena los ojos de lágrimas.
    Yo también me sentí desamparado con 14 años cuando un 16 de setiembre de 1955, después del bombardeo criminal del 16 de junio, Perón era despojado de la presidencia.
    Volví a sentirme atraido por la política con la llegada de Néstor y me convertí, a fuerza de ver la realidad, en su admirador y defensor, como hoy lo soy de nuestra Presidenta.
    Las sabias palabras de Tati Almeida nos ayudan a ubicarlo para siempre en nuestro corazón:
    "no lo hemos enterrado, sino que lo hemos sembrado, y esos frutos se están viendo cada vez más con estos jóvenes en la actualidad".

    Un abrazo
    Tilo, 70 años

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  2. Es un placer leerte kumpa. Cuando puedo te sigo

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  3. "Ni un paso atrás, núnca menos", no, Tana? Abrazo

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  4. Intento entender a gente como vos, pero no dejo de ver como la clase política se llena las arcas con el sudor del obrero, eso no lo entiendo.

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LO LAMENTO DE VERDAD. OTRA VEZ HAY MODERACIÓN DE COMENTARIOS PORQUE HAY CAGONES QUE CONFUNDEN LIBERTÁ CON LIBERTINAJE. HE DICHO

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