DISCULPE COMPAÑERO NÉSTOR: NO ESTOY DE ACUERDO

Le juro que es la primera vez que me pasa, compañero. En estos años, suscribí a todas y cada una de sus palabras. Y bué, algún día tenía que pasarme que no.

Yo fui a escucharlo, compañero. Me junté desde tempranito con los cumpas. Fuimos contentos, con los trapos, con la alegría de siempre, con el compromiso, con la tozudez que nos caracteriza.

Entramos más o menos bien, por aquello de que llegamos temprano, relativamente. Tomamos nuestro lugar, cantamos el himno con el fervor con que lo cantamos los compañeros, a grito pelado, juremos con gloria morir. Codo a codo. Tan cerquita. Particularmente, le voy a decir, me emocioné como pocas veces en mi vida, por tanto peronismo en el aire y por razones íntimas que no vienen al caso.

Escuchamos a los compañeros, atentamente. Y llegó usted. Y lo aplaudimos a rabiar. Y usted habló. Y como siempre, fui coincidiendo con cada una de sus palabras, de sus pensamientos, de sus sentimientos. Hasta que me llegó al momento de hablar de la oposición. Y les dio duro, eh. Porque se lo merecen, qué joder. Pero después me dijo "no queremos insultarlos, no los insultemos". ¿Y sabe qué, compañero? No. Ahora que van por mi presidenta, ahora que se quieren llevar puestas nuestras instituciones, nuestro voto, nuestro país, quiero mandarlos a la RECONCHA PUTA MADRE QUE LOS RE MIL PARIÓ.

Pero si usted me lo dice, no los insulto.

He dicho