LA PRIMA MECHA CUIDA LA PLATITA

Y al fin, doña, se sacó de encima al ñato que le cuidaba la alcancía. Mire que costó, eh. Se pusieron todos como locos. Pero al fin, el tío Cleto hizo lo que correspondía (¡por una vez!) y le dijo que lo raje, nomás. El pibe yuppie le hizo caso a su novia gorda, y opinó lo que no opinaba, y el otro pibe ya sabíamos que iba a decir que sí.

Pero necesitaba otra persona que le cuide la alcancía. Y ahí estaba la prima Mecha, prima hermana, que piensa igual que usted y que, encima, la quiere mucho. Y, por si esto fuera poco, la prima mecha, si de algo sabe, y mucho, es de alcancías, y de qué hacer con la plata, y con mejorar la producción, como puede verse acá.

Como no podía ser de otra manera, la radio del barrio, que le tiene bronca a usted, ya anda diciendo que la prima Mecha casi que no podrá poner en marcha sus proyectos, porque va a necesitar su aprobación para eso. Y que la eligió porque es su prima. Y yo la entiendo, sabe. Y me parece maravillosa su decisión. Porque la familia se cuida. Bué, cierto es, no siempre pasa. Ahí tenemos el caso del tío Cleto, ese con cara de pánfilo, que si bien es un pariente muy muy lejano, se suponía que iba a cuidar los intereses de la familia. Pero no. El tipito cuidó los intereses de los carroñeros. En fin, una excepción (una de varias) que confirma la regla. Pero estábamos hablando de la prima Mecha.

Los vecinos, las putas del barrio, la peluquera, el guardián de la plaza y demases, salieron a decir que la prima Mecha es muy buena persona pero peligra la independencia de la cajita.

Terrible brete en el que se encuentran. Porque no pueden decir ni mu de la Mecha, porque es buena gente y sabe mucho, pero mucho. Pero no pueden dejar de chillar. ¿Sabe por qué? Porque les molesta soberanamente que la prima Mecha piense igual que usted, que considere que la plata es suya y que debe coordinar con usted para decidir cómo manejar la platita que tiene ahorrada.

Y usted, no lo olvide, es el Estado.

¡Salú por la prima Mecha!

He dicho.