Cuerva y peronista. Así me hizo mi viejo. Debo decir, en rigor de verdad, que ambas condiciones me han traído más decepciones que alegrías en mis casi 45 años... pero cuando han traido alegría... ¡que fiesta, mi diossss!
Ayer estuve en la manifestación azulgrana frente a la legislatura porteña por la restitución histórica del predio que ocupara el viejo y querido Gasómetro, hasta que las garras infames de la dictadura hundieron su mugre y el intendente de facto Cacciatore (el mejor intendente, según el preclaro niño Maurizio) nos afanó literalmente nuestra cancha, saqueo que fue completado en el 85, cuando el Concejo Deliberante cambió la zonificación para permitir el aterrizaje de Carrefour.
La historia es conocida pero no es el punto central de mi posteo. Andaba yo con mi piojita enardecida de fervor sanlorencista (también en esto cumplí, viejo), saltando con Vicentico y el cantante de La mosca, que nunca me acuerdo cómo corrrcho se llama, gritando como desaforadas las dos, pura sangre popular, sangre azul y roja, los muchachos de la Butteler, las mujeres con los pibitos en brazos, todos alborotados, reclamando justicia, emocionándonos con las palabras de Scotta, viéndolo a Rendo, recordando al Nano Arean, silbando contundentemente cuando en la pantalla gigante aparecía la foto de la junta militar, volviendo a silbar cuando aparecía en la misma pantalla el border que tenemos por jefe de gobierno, balbuceando infructuosamente algunas palabras inconexas para no comprometerse a nada, aplaudiendo cuando aparecía Filmus, conocido hincha del Ciclón, empeñándose en devolver el predio a sus legítimos dueños.
La hinchada de San Lorenzo tiene algunas cosas claras, me dije. Tal vez porque el Ciclón es el club que une a varios barrios (Boedo, Pompeya, parte de Parque Patricios, Soldati, Lugano, Bajo Flores) de reconocida impronta peronista, barrios que sufrieron la golpiza de la dictadura en su propia carne. Y encima el afano del Gasómetro. De ahí el odio visceral a la dictadura. Al niño Maurizio sencillamente no lo bancan por ser el dueño de Boca, y por atorrante, y por mentiroso, y por deberles las viviendas, y porque tiene las escuelas hechas mierda, y porque los hospitales están para el culo, y porque en el Borda los internos se cagan muriendo de frío, y porque reivindica a Cacciatore, y porque los mandó a apalear en el Indoamericano, y una larguísima lista de porqués.
El domingo, tenemos oportunidad de revertir la historia de nuestra ciudad. Yo, por peronista, quiero que el Proyecto Nacional llegue con sus brazos reparadores a esta ciudad que amo. Y por cuerva recalcitrante, quiero que mi próximo jefe de gobierno sea cuervo. Alegría y justicia para el Pueblo.
He dicho
Bien escrito como siempre, una dosis de emoción y verdadero fervor popular, concedo. Pero permitamente que mi alma bostera no participe del todo de su alegría... no me haga pensar que el quía es cuervo, porque lo tengo que votar.
ResponderEliminarChe yo son quemera y por esta unica vez banco a un cuervo
ResponderEliminar"permitamente que mi alma Roja no participe del todo de su alegría" jaja. Pero bueno, Bochini es de San Lorenzo...
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