Escribí este texto hace más o menos un año, cuando todavía no tenía blog. Hoy, lamentablemente, aún tiene vigencia. Y sospecho que seguirá teniéndola mientras este energúmeno siga atornillado al sillón de Bolívar 1, situación que deberemos modificar en 2011, para bien de nuestros pibes, de nuestros abuelos, de nuestros pobres, de nuestros enfermos, de nuestros cartoneros, de nuestra ciudad.He dicho.
Segundo día de uno más de los paros docentes. Paros que comenzaron nuevamente este año, porque, no sé si se acuerdan: hace muuuuuuucho tiempo que los maestros de la capital no tenían necesidad de parar.
Las viejas caceroleras, la doña que mira canal 13 o canal 9, los periodistas “objetivos”, despotrican, flagrante o disimuladamente porque los pibes hoy no van a aprender la regla de tres simple o la biografía de Sarmiento. Y no. No van a aprenderlo hoy. Hoy, van a aprender que sus maestros están peleando para que haya tizas, calefacción, gas en las escuelas, para que los pibes sean lo importante, para que les devuelvan la manzana de las viandas, para que dejen de joder con la soja y les vuelvan a poner carne en los almuerzos. Van a aprender que sus maestros no se dejan comprar por 110 misérrimos mangos en negro que les ofrece el jefe de (des) gobierno, porque hay algo que se llama dignidad y no figura en la currícula. Van a aprender que cada uno por su lado no consigue nada, que es necesario juntarse y establecer un plan de lucha, que los derechos avasallados se pelean, que nadie puede venir a ningunearlos. Y que ningún nene de papá, por más Jefe de Gobierno que se llame, puede sacarles lo que les pertenece. A lo mejor aprenden que, como dice Aute, vivir es más que un derecho, es el deber de no claudicar.
Mi hija va a una escuela pública. Sus profesores adhirieron al paro. Y hoy sabe algo más sobre la integridad, la lucha por los derechos, la decencia. Hoy vio que los maestros no se quedaron en su casa tomando mate, sino que salieron a la calle, se movilizaron, hicieron oír su voz, por ellos, y sobre todo, por ella.
Hace unas semanas, cuando los pibes tomaron varias escuelas por el reclamo de las becas estudiantiles, el ministro de educación les ofreció darles becas a los alumnos de esas escuelas, si levantaban las tomas. Los pibes respondieron que las becas son para todos o no son para nadie.
ESO APRENDEN LOS PIBES CUANDO SUS MAESTROS VAN A LA HUELGA.
Muchachos, siempre los porteños mirándose el ombligo. En Entre Ríos desde marzo venimos con paros docentes y oh! casualidad tenemos un gobernador peronista alineado (relaciones carnales se le decía?) con la Casa Rosada. Me olvidaba: le descuentan los días de paro a lo docentes. Más humildad plissss
ResponderEliminarSoy un porteño mirandose el ombligo (qué culpa tenemos si a los provincianos no se les ocurre mirarse el ombligo). También compartimos con muchos compañeros la marcha docente de hoy y escuchamos a los maestros junto con sus dirigentes denunciar cómo el Príncipe de BA destruye la educación pública mientras aumenta los subsidios a la educación privada. Buena reflexión compañera, estamos juntos en esta pelea.
ResponderEliminarAsí es compañera Tani, porque el derecho a la protesta es el único que nos asegura el resto, y eso es fundamental en al enseñanza de los chicos, de la conciencia política y militante que hoy está ausente en los colegios. Perfectita salió la reforma de los 90 en los distritos que la adhirieron.
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