VIEJA, TENGO QUE DECIRTE ALGO

Hoy hace un año que blogueo, Má. No, boludeo no. Bue, sí, pero de eso hace más tiempo. Blogueo, má. Oséase, tengo un blog. Un blog, ma. En internet, ¿viste?. No, no es un mail. No, una página tampoco. Es un blog, un... qué sé yo, donde escribo cosas, y la gente las lee, y deja comentarios, o no, pero piensa, o disfruta, o se emociona, o algo, yo qué sé, ma.

¿Que qué escribo? Escribo sobre las cosas que me importan, ma. Mirá, lo primero que posteé (postear es escribir, ma) fue aquel poema mío sobre el 17 de octubre. No, vos no lo conocés, ma. No sé si conocés algún poema mío. Capazmente ni sabés o ni te acordás que a veces escribo poemas, o algo así, como el viejo, que sí que escribía lindo. Bueno, aquel poema fue lo que inauguró mi blog, hace hoy -24 de noviembre- exactamente un año.

Una de las cosas que más me gustan es escribir sobre mi Presidenta. Si, ma, la presidenta que te dio la jubilación aunque nunca aportaste un peso y además te da aumento por ley. Escribo sobre cómo se viste , sobre lo que dicen de ella, sobre lo que pensamos de ella. Y sí, vos sabés, siempre te digo, te debo tener cansada ya, cómo quiero a mi Presidenta, y cuánto orgullo me da.

Otra cosa que me gusta es putear, también lo sabés, ma. Y, viste, en mi blog puedo putear sin que te pongas colorada, porque total no lo leés. Puteé a la gorda infame, a la rulienta chupacirio, al boludo del hijo del Alfonso, a la "gente", porque a mí me gusta el Pueblo, y a los hijos de puta en general.

También suelo escribir sobre palabras que me gustan: lealtad, militancia, resistencia, orgullo. Y escribí sobre tu nieta, cómo crece, y cómo crece. Y sobre el viejo y Perón. A veces expreso algunas ideas feas, o discriminatorias, o cuento la marejada de sentimientos que me desata un hecho, o rescato algo fundamental, o comparto algo que es un pequeño saber , gajes del oficio.

En fin, todas esas cosas escribo en mi blog, ma. Y encima no es que me quede en eso, encima me junté con un montón de negros peronistas e hicimos una rejuntada que terminó siendo un movimiento. Eso es lo que más orgullo me da, ma, hacer. Creo que el viejo también estará orgulloso de eso. Y vos... qué cosa, nunca escribí sobre vos, ma. Te debo tantas cosas... un te quiero, capazmente. Pero viste cómo soy, a todo el mundo que quiero se lo digo, menos a vos. Por ahí es por eso que te estoy escribiendo esto. Sé que no soy la hija que pensabas, ma. Que mejor te hubiera venido una hija ama de casa, que no pensara mucho más que en qué hacer de comer , que fuera todos los domingos a misa e hiciera beneficencia. Pero te salió una hija irreverente, puteadora, groncha, cuerva y peronista. Y desde hace un año, bloguera. Por ahí un día puedas sentirte orgullosa.

Eso quería contarte, ma. Ma... ma.. ¡La puta! ¡Me cago en los celulares!